El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires investiga un posible brote viral de chikungunya luego de detectar tres presuntos casos en personas que residen en territorio bonaerense y sin registro de viaje al exterior, es decir, casos autóctonos.
De los tres casos sospechosos reportados, dos personas viven en Almirante Brown, pertenecen al mismo grupo familiar y no requirieron internación. El tercer caso es de Quilmes. Todos son sin antecedentes previos de viaje.
La Chikungunya es una enfermedad viral transmitida a los seres humanos por los mosquitos infectados, llamados Aedes aegypti, el mismo vector de los virus dengue y zika. La enfermedad data de 1952 y se ha encontrado en casi todos los continentes. En América llegó a finales de 2013.
Los síntomas suelen aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura, aunque en el menor de los casos arrancan el mismo día. La fiebre, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones, son los síntomas más comunes descritos por las personas enfermas.
Otros síntomas incluyen dolor muscular, dolor de cabeza, nauseas, fatiga y erupción cutánea. Sin embargo, el dolor severo por lo general dura unos pocos días y luego va disminuyendo poco a poco.
En lo que va de 2023 se notificaron al menos 22 personas sospechosas de fiebre Chikungunya y de dengue en 18 municipios: 10 de ellos son casos confirmados y 12 probables, todos con antecedentes de viaje a Paraguay.
Desde la cartera señalaron que hasta el momento no se probó la circulación viral pero llamaron a “intensificar la vigilancia epidemiológica para reforzar la detección de casos sospechosos”.
A pesar de ello, resulta importante aclarar que las complicaciones graves por Chikungunya son poco frecuentes. Hay una pequeña pero real posibilidad que en personas mayores la enfermedad puede contribuir a la causa de muerte.
Hasta el momento no existe una vacuna o tratamiento para la enfermedad de la Chikungunya y lo único que se puede hacer el aliviar los síntomas.
Las medidas de prevención recomendadas por Salud
- Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan tener agua y tapar aquellos que sean útiles o que no se puedan descartar.
- Usar repelentes ambientales como espirales o pastillas. Se puede reforzar el cuidado usando repelente corporal.
- Colocar mosquiteros en puertas y ventanas.
- Vestirse preferentemente con ropas claras. En lo posible de mangas largas o que tape la mayor parte del cuerpo.
- Cubrir cunas y cochecitos de bebés con tul o mosquitero.
- Utilizar repelentes constantemente. Volver a aplicarlos cada cierto tiempo según la concentración (la mayoría protege en promedio 6 horas).