Este lunes, familiares, amigos y personas cercanas se reunieron frente a Tribunales para pedir Justicia por Lucas González, el adolescente de 17 años que jugaba en Barracas Central que fue asesinado por la Policía de la Ciudad en otro caso de gatillo fácil.
La marcha había sido convocada por los padres del joven, Mario González y Cintia López, con dos consignas pedidas expresamente por ellos: sin banderas políticas y con una vela encendida, con el objetivo de que sea un reclamo pacífico.
Pocos minutos antes de las 19, hora de inicio del reclamo, los familiares de Lucas llegaron al edificio ubicado en Talcahuano 550 con remeras que tenían la leyenda "Justicia por Lucas" y una foto del joven. Por otra parte estuvieron los amigos, allegados y vecinos del chico asesinado, que llegaron en micros y autos desde Florencio Varela.
Uno de los momentos más desgarradores de la jornada se produjo cuando Julián, un amigo de Lucas, tomó la palabra. "Gracias a todos los que vinieron, porque mi amigo era humilde, era un buen pibe, que se levantaba todos los días temprano para entrenar y cumplir su sueño como todos nosotros, como todos ustedes", comenzó.
Acto seguido, lanzó: "A mi amigo no me lo devuelve nadie...", hasta que quebró en llanto, no pudiendo continuar con sus palabras. "Los que no tenían que proteger le sacaron el sueño a mi amigo. A mi amigo que solo quería jugar en Primera. como todos nosotros", cerró llorando desconsoladamente.
Por su parte, el padre de Lucas dijo: "No tengo más que palabras de agradecimiento para todos los que están acá. Les pido que no me abandonen para poder seguir sosteniendo a mi familia. Siento que Lucas me da fuerza".
Cintia, la mamá del joven añadió: "Estoy muerta en vida. Mi vida se fue con él. Ustedes no saben lo que significa Lucas para mí. Pasamos millones de cosas juntos: él era mi compañero, mi amigo, no me lo pueden haber matado así".