Después de más de cuatro años del asesinato de Fernando Báez Sosa, Máximo Thomsen, uno de los ocho rugbiers condenados por el crimen, rompió el silencio por primera vez, acusando a sus compañeros de ser los responsables.
En una extensa entrevista televisiva, Thomsen, condenado a cadena perpetua, se mostró llorando ante las cámaras y admitió que reza por la víctima. "Yo estuve ahí, le pegué pero nunca quise que terminara así", confesó.
Durante el diálogo exclusivo, realizado desde la cárcel de Melchor Romero para Telenoche, Thomsen detalló cómo vivió la noche en que Báez Sosa murió tras una golpiza propinada por el grupo de rugbiers.
Máximo Thomsen rompió el pacto de silencio desde la cárcel
Según su relato, el conflicto comenzó cuando la víctima le dio "una piña en la frente a Matías (Benicelli)". Luego de este altercado, ambos grupos fueron expulsados del boliche Le Brique de Villa Gesell, aunque aseguró que "nunca se peleó" dentro del local bailable.
Thomsen explicó que no vio cómo empezó el enfrentamiento en la calle, pero declaró: "Vi que fue corriendo uno de mis amigos a una ronda de ocho personas y me metí. Después me enteré que Fernando estaba haciendo burlas", justificó.
Además, relató que Enzo Comelli fue el primero en golpear a Fernando, en represalia por la agresión a Benicelli. "Yo sentí que me habían pegado una piña en el mentón y empecé a tirar patadas al aire. Después me enteré que le había pegado a Fernando, es algo que pasó, no me voy a esconder. Desde el primer día quise contar todo pero no me dieron la oportunidad de decir lo que había pasado", dijo.
La participación de Thomsen en la golpiza y su arrepentimiento: "No me siento un asesino"
El argumentó que había estado bebiendo desde temprano y estaba borracho, lo que afectó su percepción de los hechos. "Yo sólo entré a tirar patadas, no tenía noción de lo que estaba pasando. Cuando vi en el juicio que estaba mi zapatilla sobre la cabeza de Fernando dije 'sí, es mía'. No me quise esconder de lo que pasó, pero si nos van a declarar culpables que sea por lo que realmente pasó y no por lo que dicen que pasó", expresó antes de quebrarse en llanto.
Al reflexionar sobre el incidente, manifestó su remordimiento: "Cargo en la conciencia que murió por culpa nuestra, mía. Nadie lo quiso así, es algo que jamás se nos hubiera cruzado por la cabeza. Nadie es quien para quitarle la vida a una persona".
Finalmente, enfatizó que a pesar de las acusaciones en su contra, "no me siento un asesino, no quería que pasara esto. Si pudiera hacer algo volvería el tiempo atrás para que nadie tenga que perder una vida", reconoció conmocionado.
Cuál es la situación de los rugbiers en la cárcel
Máximo Thomsen, junto con Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Luciano Pertossi y Matías Benicelli, fueron condenados a cadena perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa. Este delito fue calificado como homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones leves.
Thomsen fue el primero en romper el silencio en público en la entrevista exclusiva con Telenoche en El Trece, cuya primera parte se transmitió esta noche y la segunda parte se emitirá este miércoles.
El joven y su nuevo abogado, Francisco Oneto, ex candidato a vicegobernador por La Libertad Avanza, buscan revertir la condena impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores. En la entrevista, Thomsen, quien fue señalado como el líder del grupo y el responsable de la patada mortal que dejó inconsciente a Báez Sosa, expresó su versión de los hechos.
En su relato, Thomsen y Oneto intentan desacreditar la figura de la premeditación, que es clave para la condena a perpetua. El exrugbier se mostró visiblemente emocionado y declaró: "Era una persona joven, como nosotros. Cargar con la conciencia de que sí, fue por culpa de nosotros, mía también... Pero nadie lo quiso así. Estoy seguro: ni yo ni mis amigos, ninguno quiso que esto terminara como terminó. Es una vida y nadie es quién para quitarle la vida a una persona". Con estas palabras, nuevamente rompió en llanto.
El pacto de silencio entre los rugbiers se rompió en abril
Se trató de Matías Benicelli, quien luego de cambiar de abogado defensor apuntó contra Hugo Tomei y afirmó que fueron "persuadidos" a aceptar su defensa para no entorpecer a otros coimputados.
Luego de que la Cámara de Casación bonaerense ratificara las condenas de los ocho rugbiers que en enero de 2020 asesinaron a Fernando Báez Sosa, uno de los condenados a reclusión perpetua, rompió el pacto de silencio y aseguró que fue "persuadido" para designar a Hugo Tomei, el abogado que defendió a todo el grupo durante el juicio, para su defensa técnica, con el objetivo de "no entorpecer la defensa de otros coimputados".
El que lo hizo fue Matías Benicelli, uno de los ocho sentenciados por su participación en el crimen ocurrido en Villa Gesell. el joven de 24 años, recibió la pena de prisión perpetua, por ser considerarlo como coautor de homicidio de Fernando.
Las declaraciones del rugbier, surgieron luego de designar a su nuevo abogado, Carlos Attías, quien representará su defensa tras conocerse la noticia sobre la confinación de las condenas que se les había otorgado en el Tribunal de Dolores. Benicelli denunció a su ya ex abogado por irregularidades en la defensa y por persuadirlo para beneficiar a otros coimputados.
Quien también designó a un nuevo defensor fue, Máximo Thomsen, otro de los condenados a prisión perpetua junto a Enzo Comelli y a Ciro y Luciano Pertossi. En este caso, la defensa estará representada por el letrado, Francisco Oneto.
Vale la pena recordar, que los otros tres involucrados en el crimen de Báez Sosa, Ayrton Violaz, Blas Cinali y Lucas Pertossi, también recibieron la confirmación de sus condenas a 15 años de prisión, por ser partícipes secundarios.
Asimismo, aunque aún no trascendió de quien se trata, hay un tercer condenado que habría cambiado de defensa.
Matías Benicelli acusó a Hugo Tomei de beneficiar a otros imputados
El condenado a prisión perpetua, acusó al abogado de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa de haber elaborado una estrategia legal destinada a beneficiar a algunos de los imputados, aunque no señaló a ninguno de ellos en particular.
Según los datos que reveló Benicelli, tanto él como su familia, decidieron no abonar los honorarios a su antiguo defensor, por que que presume que podría ser este el causal que interfirió a la hora de planificar una defensa.
"Fuimos persuadidos de designarlo para mi defensa técnica a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados", aseguró el joven rugbier que fue condenado a cadena perpetua.
Benicelli, cuestionó a Tomei por no señalar, durante el juicio, aspectos que considera que son claves, como la presencia de manchas de sangre en la ropa de Báez Sosa. También, consideró que la estrategia fue perjudicial para aquellos que querían declarar ante el tribunal o a la prensa para no entrar en contradicciones con el resto de sus compañeros.
En el mismo sentido, criticó a su defensa por no presentar como testigo a Alejo Milanesi, quien había estado detenido por el crimen pero que fue sobreseído junto a Juan Pedro Guarino.
Según precisó, la declaración de Milanesi, podría haber ayudado a su defensa, "por ser un testigo privilegiado en el lugar, y porque mediante sus declaraciones podría persuadir a los sentenciantes que mi participación no fue determinante en el resultado de la muerte de Fernando Báez Sosa".