Luciano Pertossi, uno de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, rompió el pacto de silencio que venían manteniendo los rugbiers desde enero de 2020. El joven interrumpió a los peritos y tomó la palabra: “Yo no estaba ahí”, dijo.
Todo sucedió mientras los forenses analizaban un nuevo video en el que los rugbiers atacan a la víctima, desde otro ángulo. Al ser grabado desde lejos, se utilizó el color de las prendas para determinar quién es quién en las imágenes.
El abogado de los rugbiers, Hugo Tomei, dijo que no correspondía mostrarlo porque era “ampliación de la prueba”, cuya instancia ya pasó, pero la jueza del caso no hizo lugar al planteo y lo reprodujeron de todas formas.
Allí fue cuando los peritos identificaron a una persona con una prenda negra oscura que, comparado con la filmina 75 del caso, determinaron que se trataba de Luciano Pertossi, aunque sin demasiada exactitud.
Ahí fue cuando Pertossi le hizo un gesto a su defensor y pidió hablar ante los jueces, bajo la mirada de su tío Marcos y Emilia, su hermana y abogada defensora adjunta de Tomei. Fue la primera vez que uno de los acusados tomó la palabra.
“Quiero aclarar algo, ¿lo hago? Yo no estaba ahí”, aseguró y desmintió la versión de los peritos. “¿Dónde estabas?”, preguntaron los fiscales, pero el joven se negó a responder la pregunta para mantener su estrategia.
Nuevamente le volvieron a preguntar dónde estaba situado el joven, si es que los peritos se equivocaron, pero este dejó en claro que no iba a aclararlo. “No quiero responder ninguna otra pregunta, no se esfuercen porque no voy a responder nada”, sentenció.
El video en cuestión está filmado desde la vereda de enfrente de Le Brique, el boliche al que había ido Fernando con sus amigos aquella fatídica noche. En el momento de la golpiza, a la víctima no se la ve porque está detrás de un auto que estaba estacionado sobre la Avenida 3, pero se lo puede ver a Pertossi que emerge desde la derecha, vestido con una remera negra con estampa blanca.
Fernando Burlando: “Hoy se fisuró el pacto de silencio”
Burlando, el abogado que representa a los padres de Fernando Báez Sosa, consideró “se fisuró el pacto de silencio” que tenían los rugbiers luego de la inesperada aclaración de Luciano Pertossi ante los tribunales.
Desde que ocurrió el crimen en enero de 2020, ninguno de los acusados habló de lo que ocurrió aquella noche mortal. Sin embargo, la palabra de Pertossi, desligándose de la escena del crimen, abre una nueva puerta en la causa.
“Veía cierta debilidad en no distinguir su rostro en la escena del crimen y trató de llevar esta coartada adelante”, expresó el letrado argentino debido a que los peritos no reconocieron a Pertossi por ser captado directamente por las cámaras, sino por la vestimenta que llevaba puesta esa madrugada.
Sin embargo, Burlando aseguró que la actitud de llevar adelante “una coartada” repercute directamente en el pacto que habían mantenido hasta ese momento los ocho implicados. Habrá que ver la reacción de los mismo ante las palabras de uno de sus amigos rugbiers.
"Hoy se cierra un círculo en la reconstrucción de los hechos. Peritos en imagen y reconocimiento facial de la PFA van a constatar que los acusados fueron quienes mataron a Fernando. Ya no quedan dudas, solo resta el veredicto favorable de los jueces, reclusión perpetua para todos", escribió esta mañana en sus redes sociales.
Peritos hallaron sangre de Fernando en siete prendas de los rugbiers
Rastros de sangre de Fernando Báez Sosa fueron hallados en al menos siete prendas de vestir secuestradas a los ocho acusados por el crimen cometido en Villa Gesell el 18 de enero de 2020, entre ellas, dos zapatillas de Máximo Thomsen y una camisa de Matías Benicelli, según revelaron en el juicio los peritos que intervinieron en el análisis diversos elementos de prueba; mientras que en un dedo de la víctima se halló el ADN de Blas Cinalli, otro de los imputados.
En ese sentido, las mayores precisiones fueron aportadas por un informe que presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, César Guida, forense genetista del Ministerio Público que tuvo a su cargo las pericias durante la instrucción de la causa.
Según este informe, tanto el calzado de Thomsen (23) como la camisa de Benicelli (23) y otras cuatro prendas de algunos de los rugbiers tenían manchas hemáticas que coincidían con las muestras correspondientes al joven asesinado. En ese sentido, aseguró que ambas zapatillas marca Cyclone talle 40/41 usadas por Thomsen la madrugada del crimen tenían en total tres rastros de sangre de la víctima.