Tras conocerse el femicidio de Úrsula Bahillo, amigos, familiares y vecinos de la víctima se manifestaron frente a las puertas de la comisaría de Rojas para reclamar justicia por el crimen de la joven de 18 años.
La policía desató una violenta represión y una de las afectadas resultó una de las amigas de Úrsula, quien padeció el impacto de una bala de goma en su rostro.
Las protestas se extendieron y también ocurrieron frente a los domicilios de dos fiscales y de un juez de paz.
Según un informe policial, unas nueve personas, entre ellos cuatro menores de edad, fueron demoradas por los disturbios y resistencia a la autoridad.