Cuando comenzó la pandemia de coronavirus, precisamente el 1 de abril de 2020, Clara Busso, periodista financiera de Córdoba, quiso acceder a su cuenta y mail para poder trabajar como cada día y descubrió que estaban bloqueadas. Se puso en contacto con Telefe para que solucionen el problema y fue en ese momento que se enteró que la habían echado.
La situación contractual en el canal de las tres pelotas siempre fue compleja. Busso ingresó en 2016, durante el verano, para cubrir a los periodistas que estaban de vacaciones. En ese momento fue contratada en "blanco" mediante una modalidad llamada plazo fijo que establece una fecha de inicio y de finalización, al mismo tiempo que también debe aclarar por que el trabajador es requerido por esa cantidad de días.
La comunicadora declaró al portal elresaltador.com: "En tres temporadas, la modalidad de trabajo fue esa y con un excelente trato por parte del entonces gerente de noticias, Gerardo López. Entre un contrato y otro recibí una beca para estudiar un posgrado de periodismo en Londres, y por ese motivo, el verano 2019 no trabajé en la empresa".
Cuando finalizó su estadía en la ciudad europea y regresó a Córdoba, volvió a trabajar para la empresa en junio. Nuevamente le realizaron un contrato eventual, aún sin necesidad, ya que no estaba nadie de vacaciones o de licencia. La justificación que utilizó el canal fue "necesidad extraordinaria de elaborar informes especiales".
La comunicadora explicó que ese contrato tenía una duración de tres meses y al vencerse ese plazo la convocaron en una oficina para firmar uno nuevo, exactamente igual pero con nuevas fechas y continuó trabajando con normalidad. "Es decir, la modalidad era por contrato eventual en los papeles, pero en la realidad se sobre entendía que yo era funcional al noticiero y que iba a seguir siendo parte del equipo. Siempre que la empresa no de notificación con un mes de anticipación, el empleado puede considerar que se extenderá su contratación, y así se manejaban conmigo", declaró Busso.
El contrato de la periodista finalizaba el día 31 de marzo. Además de los informes especiales, también redactaba para la web, producía, hacía móviles en vivo, columnas en el piso y otras tareas. Fue en el mes de febrero que se enteró que estaba embarazada y decidió comunicarlo a la empresa cuanto antes para que le pudieran informar con tiempo que no le iban a renovar el contrato.
“El aviso nunca llegó. En marzo paso a trabajar desde mi casa y por mail por constituir un el grupo de riesgo por COVID (por el embarazo). El 1ero de abril me encuentro con que el mail y la cuenta que eran mi herramienta de trabajo se habían bloqueado. Le hablo a mi jefe para solucionarlo, y ahí llega la respuesta que por primera vez me aclara que ya no tengo trabajo", contó Clara.
La periodista añadió: "Trabajo para mí había, y la empresa estaba perfectamente al tanto de que yo era capaz de llevarlo a cabo; la única diferencia entre esta y las anteriores veces que se venció el contrato fue mi embarazo, pero nadie quiso hacerse cargo de decirlo en voz alta, y por eso simplemente lo dejaron correr hasta que se me bloqueó el acceso virtual".
Busso decidió ir a la Justicia y su idea es sentar un precedente judicial que sirva de sentencia ejemplar y ayude a que no le pase a otras mujeres en proceso de gestación, y que si les pasa, que “cuenten con la mitad del trabajo ya hecho en términos judiciales”, explicó.
