La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta) informó ayer que la cantidad de pasajes vendidos en el subte porteño registró una sustancial caída del 23% durante junio, en comparación con el mismo mes del año anterior.
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Según Luciano Fusaro, vicepresidente de la entidad, este descenso se atribuye principalmente a varios factores, incluyendo el aumento en las tarifas, la recesión económica, y un deterioro percibido en la calidad del servicio.
En diciembre de 2023, el costo de un viaje en subte era de $80, ajustado por inflación a principios de junio de 2024 equivalía a $172,50. Sin embargo, el mes pasado el pasaje alcanzó los $650, lo que representa un aumento del 377% en apenas seis meses, muy por encima de la suba promedio de precios en otros sectores.
Los motivos de la caída de la cantidad de pasajes vendidos en el subte
"Nunca hubo tanta diferencia entre el subte y el colectivo", explicó Fusaro, señalando que también aumentó la evasión de pasajeros, quienes eluden los controles de seguridad para viajar sin pagar.
Aaeta reportó que en junio se contabilizaron 15.199.797 transacciones en el subte porteño, marcando así el registro más bajo desde que se comenzó a recopilar datos en 2013, excluyendo los años de pandemia en 2020 y 2021, cuando las restricciones limitaron la movilidad.
Beto Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), indicó que el aumento en la evasión es una consecuencia directa de la dificultad económica de los pasajeros para afrontar el costo del pasaje. "Es evidente que las personas no pueden pagar estas tarifas y, por necesidad, optan por evadir el pago del boleto", afirmó.
Claudio Dellecarbonara, metrodelegado, criticó la respuesta de la empresa Emova al incrementar la vigilancia para prevenir la evasión. "A pesar de estas medidas, muchos pasajeros continúan evitando el pago. Esto no resuelve el problema y genera conflictividad", comentó.
Los colectivos también sufrieron un desplome en la venta de pasajes
Los colectivos que operan exclusivamente en la Ciudad de Buenos Aires experimentaron una disminución en la venta de pasajes, con una caída del 13% en junio respecto al año anterior. Este dato sugiere que el transporte colectivo no absorbió completamente a los usuarios que dejaron de utilizar el subte.
En el primer semestre del año, los boletos de los ómnibus que conectan la Ciudad de Buenos Aires con el Conurbano registraron una reducción del 7%, una cifra menor debido a la dificultad de evitar este medio de transporte dado los mayores desplazamientos necesarios.
El Gobierno de la Ciudad presentó una denuncia contra los metrodelegados por la huelga
La Ciudad de Buenos Aires enfrentó una jornada complicada este miércoles debido a un paro escalonado de las líneas de subte, impulsado por los metrodelegados en defensa de Claudio Dellecarbonara, un dirigente gremial sancionado por su comportamiento durante una protesta en 2021.
El paro fue organizado por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP - Metrodelegados) y causó polémica. La empresa concesionaria del servicio, Emova, justificó la suspensión de Dellecarbonara tras un largo proceso judicial y, dada la huelga que se inició en contra de esta medida, provocó que se vean afectados miles de usuarios.
En respuesta, el Gobierno porteño decidió presentar una denuncia penal, siguiendo instrucciones del jefe de Gobierno, Jorge Macri. La denuncia fue formalizada por el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, y el ministro de Justicia, Gabino Tapia, ante la Justicia de la Ciudad, solicitando que se investiguen posibles delitos o contravenciones durante la medida de fuerza que afectó el servicio desde las 17 horas.
El objetivo de la denuncia, dirigida contra la AGTSyP, es aclarar los hechos y determinar responsabilidades por la interrupción del servicio. Emova, la empresa operadora, lamentó la situación en un comunicado: “Este tipo de medidas no son decisión de la compañía y lamentamos que afecte la movilidad de los usuarios en un horario tan sensible”.
Desde la AGTSyP, se defendieron alegando que las acciones tomadas fueron “medidas de autodefensa en el subterráneo y premetro como consecuencia de la suspensión de nuestro compañero y miembro del Secretariado Ejecutivo, Claudio Dellecarbonara, por liberar molinetes y permitir a los usuarios viajar gratis durante una medida de protesta de nuestro sindicato”.
En su denuncia, Wolff y Tapia destacaron: “No debe perderse de vista que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro de la Ciudad de Buenos Aires anunció expresamente que el paro en cuestión, que importó la afectación y/o la interrupción y entorpecimiento del servicio de todas las líneas de subte y del premetro existentes en la Ciudad, se debe a la suspensión del secretario ejecutivo de dicho sindicato, Claudio Dellecarbonara, por parte de la empresa Emova”.
El Juzgado Nacional del Trabajo N°73 había habilitado la suspensión de Dellecarbonara, pero el Gobierno de la Ciudad argumenta que "los metrodelegados, en lugar de recurrir a vías legales, decidieron “suspender ilegítimamente el servicio de transporte”.
El Gobierno de la Ciudad solicitó al fiscal una investigación penal y la implementación de medidas para esclarecer los hechos e identificar a los responsables, reiterando su postura firme contra las interrupciones ilegales del servicio de transporte.
