Tras exhaustivas investigaciones, El Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó que el jueves a las 9 de la mañana notificará a la jueza María Gabriela Marrón, el resultado de la autopsia sobre la data, lugar y causa de muerte del joven desaparecido en Bahía Blanca el 30 de abril, Facundo Astudillo Castro.
La presentación del informe integral será nuevamente en el laboratorio del EAAF, situado en el edificio de la ex ESMA, y contará con la presencia de la titular del juzgado Federal número 2, quien luego comunicará los resultados y detalles a Cristina Castro, madre de Facundo.
Por la querella estará presente Virginia Créimer, que actúa como perito de parte.
El abogado de la familia Castro, Luciano Peretto, aseguró que se trata de "un estudio muy complejo y el deterioro del cuerpo ha sido un enorme desafío para los especialistas" y afirmó que recibió algunos adelantos por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense, aunque no dio detalles.
"Judicialmente hace rato que estamos convencidos de la hipótesis de la desaparición forzada. Vemos que con las últimos resultados de pericias y declaraciones, se está consolidando aún más", sentenció el abogado.
Por otro lado, en el día de ayer trascendió otro mensaje enviado desde un teléfono celular de uno de los policías que había detenido a Castro en la ruta 3, y que había eliminado, el cual rezaba "Que lo bajen", e iba dirigido hacia el oficial Mario Sosa, con el joven ya detenido.
Ayer, en su cuenta de Twitter, la madre de Facundo compartió otro mensaje que se recupero de uno de los celulares de los policías: "Si se hace el pajero bajalo"
Los mensajes entre los policías son estremecedores: "No te preocupes Janita, nadie sabe que fuimos nosotros", escribió Sosa a su compañera Jana Curuhinca días después.
"Como dice que tres testigos vieron como lo subíamos al patrullero en Burato y lo llevábamos eh y como lo hostigamos y toda esa cosa digo bue (...) yo preguntaba para no venirme ver el sogazo de golpe, estar alerta aunque sea para tomarme unas vacaciones jaja", fue otro de los mensajes, de Curuhinca a Sosa, quien sabía que habían cometido un hecho de violencia institucional y por eso bromeaba con "tomarse unas vacaciones", para no tener consecuencias por lo sucedido.
