En las últimas horas se descubrió una red de contrabando de soja argentina hacia Brasil mediante embarcaciones que productores rurales del sur de Misiones enviaban a través del Rio Uruguay para evitar declarar impuestos y facilitar el lavado de dinero con la venta del producto a cooperativas brasileñas de Rio Grande do Sul.
La actividad ilegal fue detectada por los drones de la Receita Federal, la AFIP del país vecino, en el Departamento Guaraní, en el sur de la provincia argentina de Misiones, que conecta con un municipio brasileño, según informó la Policía Federal de dicho país.
“Se contrabandea soja desde la Argentina hacia empresas rurales brasileñas que emiten facturas ‘fantasmas’ para simular que han producido en suelo brasileño. Los productores argentinos establecen una infraestructura con camiones y embarcaciones para cruzar el Rio Uruguay”, informó un comisario a la cadena Globo.
Allí también detalló que se confiscaron 500 toneladas de soja argentina traficada hacia Brasil en los últimos tres años, con el objetivo de evadir impuestos de exportación y retenciones que se cobran en nuestro país.
El municipio de Tiradentes do Sul “produjo 7.000 toneladas de soja este año, pero las facturas de las empresas declaran 42.000 toneladas”, explicó el comisario. De esta forma, la mafia del tráfico simula una producción irreal sobre tierras brasileñas.
De esta forma los productores "se evitan el impuesto de importación”, aportó el comisario. Las actividades están filmadas por los propios drones de la policía brasileña y se ve cuando las embarcaciones de soja argentina cruzan cerca de la ciudad fronteriza de El Soberbio, Misiones.
Las autoridades de Brasil alertaron sobre el peligro que conlleva el tráfico de soja por el ingreso de plagas resistentes a herbicidas, entre ellas la llamada Amarantus Hibridus, que provoca daños en la producción local afectando la calidad y causando riesgos para la salud.
Contrabando de granos: se facturan 400 millones de dólares mensuales en negro
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec), denunció el contrabando de 1,5 millones de toneladas de soja a Bolivia y Paraguay, provocándole al país una pérdida de hasta 400 millones de dólares. El funcionario sostuvo: "Están pasando más de 3000 camiones por mes por la frontera". Con esa declaración dejó en claro que no se trata de un contrabando hormiga que tiene como objetivo pasar desapercibido, sino que se trata de una maniobra a gran escala que cuenta con la complicidad de múltiples actores, públicos y privados.
El empresario indicó que esta maniobra turbia tiene como sustento el diferencial de precios que existe en la actualidad entre lo que percibe el productor en la Argentina y lo que le pagan en los países limítrofes. En diálogo con radio 10, Idígoras dijo: "Hoy en Argentina la soja vale 47.000 pesos promedio y en Paraguay y en Bolivia se paga 80.000 u 85.000 pesos y en algunos casos un poco más. Eso genera la tentación para mucha gente de contrabandear en esa zona fronteriza". En ese sentido, agregó: "Se nos están yendo grandes volúmenes. Se calcula que 750.000 toneladas de grano de soja a Bolivia y un número similar a Paraguay. Estamos hablando de 300 o 400 millones de dólares".
En una charla telefónica con Jorge Rial al aire del programa radial Argenzuela, el empresario contó que el contrabando no es únicamente de soja, sino que también de otros cultivos: "Nos está pasando también con el aceite de girasol. Hoy Argentina tiene un precio interno subsidiado por los fideicomisos. Entonces ves las marcas argentinas de contrabando en los países limítrofes".