El fiscal Leandro Arévalo pidió la pena de prisión perpetua para Matías Farías, el principal acusado de violar y provocar la muerte de Lucía Pérez, la joven de 16 años asesinada en Mar del Plata en 2016. Pablo Offidani fue considerado partícipe necesario y pidieron 20 años para él, que sería acumulativa con la que actualmente cumple por venta de drogas.
“Sobran méritos” para condenarlos, expresó el fiscal que llevó adelante la acusación por el abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte y agravado por el suministro de estupefacientes.
En su alegato, Arévalo opinó que está acreditada la responsabilidad del principal acusado como autor del abuso sexual y, en el marco de la violencia de género ejercida, “en concurso ideal con femicidio”.
Los alegatos comenzaron este jueves por la mañana en el Tribunal Oral N°2 de Mar del Plata luego de que el pasado viernes se diera por finalizada la instancia de presentación de pruebas. El 28 de febrero será el turno de las defensas.
El debate oral comenzó a principios de mes y se desarrolló a lo largo de ocho jornadas en las que declararon 29 testigos, entre ellos los padres de la víctima, amigas, etc., que aseguraron que el apuntado le vendió drogas a la adolescente en las inmediaciones de su escuela.
En las afueras, allegados de Lucía y organizaciones sociales y de mujeres se congregaron en la puerta de los tribunales locales para exigir justicia y la condena a los dos acusados de abusar y matar a Lucía.
Este es el segundo debate por la muerte de la adolescente marplatense luego de que el primero fuera declarado nulo por el Tribunal Penal de Casación por carecer de perspectiva de género en el juzgamiento de los implicados.
En un hecho insólito, Farías y Offidani fueron declarados inocentes de cualquier aspecto vinculado al abuso y la muerte de la joven, y unicamente condenados por tenencia y venta de estupefacientes. Tal fue la magnitud que se abrió un juicio político contra los tres jueces que firmaron el fallo.
Lucía Pérez fue asesinada el 8 de octubre de 2016, según indicaron los peritos del Ministerio Público Fiscal. La víctima había conocido a los dos acusados el día anterior, en la esquina de su colegio, cuando le vendieron marihuana y acordaron un encuentro en el que Juan Pablo Offidani la llevó a la casa del vendedor de drogas Matías Farías.
Lucía murió en esa misma casa del dealer, en la que se encontraron registros de actividad sexual. Debido a la edad de Lucía (16) y por el contexto en el que fue inducida por dos adultos mayores que ella y el consumo de sustancia, no era posible que haya existido consentimiento.
