La fecha de inicio para juzgar a los 8 rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa comenzó el pasado 2 de enero y va por su cuarto día consecutivo. El día de hoy es el turno de una persona que asistió al joven ni bien fue atacado, a policías del lugar y más testigos frente a los tribunales de la localidad de Dolores.
Te puede interesar
En una primera instancia, los primeros en declarar serán 4 efectivos policiales que se encontraban en Villa Gesell en marco del Operativo Sol que se realiza todos los veranos en la costa Bonaerense. Ellos fueron los que arribaron al lugar minutos después de que Fernando hubiera sido atacado por los rugbiers.
En una segunda instancia, prestará declaración frente al Tribunal Oral en lo Criminal de Dolores una joven que se encontraba vacacionando en la localidad balnearia y le practicó reanimación y primeros auxilios a Báez Sosa minutos después de haber sido violentado. También, expondrán tres personas que fueron testigos de la situación.
Y en último lugar, darán sus declaraciones una joven que se encontraba en un bar al lado de Le Brique, el boliche donde sucedieron los hechos, un taxista que se encontraba trabajando, un empleado del kiosko que se encuentra frente al local donde tuvo lugar la muerte de Fernando y por último, la novia. Esta última iba a exponer hace dos días pero lo pospuso debido a que "no se encontraba en condiciones" para realizarlo.
El abrazo entre los papás de Fernando y el jefe de seguridad de Le Brique
Se trata de Alejandro Muñoz, encargado de la seguridad del boliche, que brindó precisiones sobre el ataque y dijo que fue "una masacre". También, mientras prestaba declaración se emocionó y aseguran que los detalles fueron "desgarradores".
El padre de Fernando, Silvino, declaró que el testimonio “fue muy contundete y angustiante su declaración, porque es un señor que no conocía a Fernando; le salieron lágrimas cuando hablaba. Se nos movió el piso”.
En cuanto a la madre de Báez Sosa, afirmó que "Cuando dio su testimonio me sentí muy dolorida, fue muy desgarrador la forma que contaba, con su trayectoria de 20 años de trabajo, que nunca había visto alguien golpear tan brutalmente como lo hicieron con mi hijo, con mucha saña”.
