A más de ocho años de la Tragedia de Once, donde fallecieron 51 personas y 789 resultaron heridas, Marcos Córdoba, el motorman de la unidad que colisionó, confirmó lo que ya se esperaba: “Anulé los frenos del tren”.
En declaraciones radiales con el periodista Gustavo Sylvestre, el abogado de cientos de heridos en el accidente, Gregorio Dalbón, recordó que denunció desde el principio la responsabilidad del conductor en el hecho y que las muertes producidas por el accidente “deben cargárselas a Córdoba” y no a los exfuncionarios del Gobierno de Cristina Kirchner.
El también abogado de Cristina Kirchner, aseguró que tras un pedido de libertad condicional por parte de Marcos Córdoba, "las psicólogas le preguntaron si se siente responsable, si tuvo que ver con lo que sucedió y él respondió que sí".
En ese sentido, Dalbón manifestó que el conductor del tren demostró "una contradicción" luego de confesar que "anuló el dispositivo", pero que finalmente no habia tenido intención.
"Él dijo que anuló el dispositivo, pero que no tuvo intención. Eso es una contradicción absoluta", puntualizó y agregó que no es una acción que se realiza “sin ninguna intención".
Según el letrado, Córdoba declaró que lo hizo para “descansar la mano”, pero insistió en su responsabilidad. “Usted no hace algo que le puede costar la vida a tantas personas”, concluyó.
Sobre el final, Dalbón aseguró: "No se le pueden cargar las mueres a ningún funcionario público ni a ningún empresario. Y agregó: "Si quieren discutir de subsidios y del estado del tren, hay una causa en el juzgado del Dr. Ramos donde se puede seguir discutiendo", subrayó el abogado.