En un gesto repugnante, los organizadores del acto por el aniversario de la muerte del fiscal Alberto Nisman, tiñeron de rojo sangre las aguas de las fuentes que decoran la Plaza de Mayo.
El encuentro fue organizado por el Equipo Republicano y el Equipo Banquemos, dos agrupaciones integradas por “ciudadanos independientes sin pertenencia partidaria”, que llamaron a movilizarse bajo el lema “Justicia perseguirás. No fue suicidio, fue un magnicidio”.
La muerte del fiscal sucedió hace 5 años, y luego fue utilizada políticamente por la oposición para perjudicar a la por ese entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner