Javier Milei cumple este martes 10 de diciembre un año como presidente de la República Argentina. Su gestión inició -tal como lo dijo en su primer discurso- con una fuerte devaluación del 118% que licuó ingresos salariales y jubilaciones y amplió la cantidad de pobres e indigentes.
Esa medida generó un parate en el consumo y, por lo tanto, la economía entró en recesión. Si bien Milei expresó durante sus últimos discursos que la recesión terminó y, de ahora en más, todas van a ser buenas noticias, el panorama no es tan alentador como parece.
Con el correr de los meses, la actividad económica fue sufriendo cambios: algunos sectores como agro, energía y pesca comenzaron a repuntar, mientras que industria, comercio y todo lo relacionado al consumo interno se mantiene en descenso.
Tras la devaluación que disparó el alza de precios, el Gobierno pudo bajar en parte la inflación que, si bien permanece en niveles similares a los de 2015, mantiene su nivel de desaceleración. A su vez, creció la deuda pública, pero mantuvo el valor del dólar, que para muchos expertos está claramente retrasado.
La actividad financiera fue una de las grandes ganadoras del primer año del gobierno libertario. Al igual que el agro, la energía y la pesca, esos sectores explican apenas el 4% de la mano de obra ocupada en el país, mientras que los perdedores -industria, comercio, etcétera- representan el 44% del empleo que produce el país.
Los logros del Gobierno
Baja de inflación
El recorte del IPC del 25,5% en diciembre, al 2,7% de octubre pasado, es probablemente uno de los mayores logros del Gobierno. La gestión económica de Milei estuvo atravesada por un importante ajuste fiscal y monetario, y una política cambiaria que mantuvo a lo largo del año un "crawling peg" del 2% mensual.
Dichos lineamientos, junto con los efectos de la recesión de la economía, -y a pesar del ajuste alcista de las tarifas de servicios públicos-, propiciaron un freno y baja abrupta del proceso inflacionario que se venía acelerando y que se profundizó con la devaluación del 54% del peso el 13 de diciembre de 2023, en el arranque de la gestión del libertario (el dólar oficial pasó de $366,45 a $800, con un paralelo de $1.070, mismos niveles que en la actualidad, después de tocar los $1.500 en julio pasado).
“Hay consenso sobre que el equilibrio fiscal fue fundamental, pero igual o más importante fue la política del 2% de devaluación mensual, lo que indica que el tipo de cambio oficial fue el ancla nominal que logró coordinar expectativas y darle credibilidad al programa anti-inflacionario, que viene funcionando muy bien”, evaluaron desde Econviews.
Reducción de la brecha a casi cero
Con altibajos, la reducción del spread entre el tipo de cambio oficial y el paralelo a casi cero es otro punto positivo del Gobierno. Para lograrlo, decidió cerrar todas las canillas de emisión monetaria, incluso la que utilizaba para comprar dólares de la exportación.
Ajuste fiscal y monetario
La administración de Milei conquistó un hito fiscal, al conseguir en 2024 un superávit primario de las cuentas públicas por primera vez en 15 años (sería del 1,5% del PBI). La motosierra que aplicó sobre el gasto público no tiene precedentes en la historia reciente: las erogaciones se contrajeron casi 30% en términos reales en 2024 hasta octubre. Había sido una de sus promesas de campaña. Es “el pilar central sobre el que descansa la confianza en su gestión”, remarcaron desde GMA Capital.
El Gobierno también dispuso un fuerte ajuste monetario, al traspasar los pasivos del Banco Central al Tesoro, lo que implica que la autoridad monetaria tenga una menor presión para emitir pesos.
"El principal logro de esta gestión fue haber roto el axioma de que un Gobierno de minoría no puede tomar las riendas de la economía. La convicción con la que llevaron adelante el ajuste fiscal fue tremenda y eso terminó allanando el camino para lograr ir moldeando las expectativas de los agentes", dijo Francisco Mattig, economista y Portfolio Manager de Consultatio Financial Services.
Los efectos negativos del Gobierno
Caída del empleo formal
La caída de la actividad económica también afectó la cantidad de trabajadores registrados. Desde noviembre de 2023 hasta agosto de 2024, se perdieron más de 261.000 puestos: de 9.857.173 a 9.596.156, según los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), reportó un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Desde que asumió Milei hasta agosto, los únicos sectores de la economía que generaron puestos de trabajo son el agro (+9.918), la minería (+754) y la pesca (+586). Pero estuvieron muy lejos de compensar lo sucedido en el resto de los sectores: construcción perdió 66.00 puestos y la industria manufacturera 29.600 puestos.
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El ajuste a los jubilados
El Gobierno modificó la fórmula jubilatoria en marzo (ajustaba por salarios y recaudación), y dispuso que los aumentos sean mensuales según el último dato de inflación disponible (de 2 meses anteriores) además de un incremento excepcional de 12,5% a modo de recomposición.
En septiembre, Milei vetó la Ley 27.756 sancionada por el Congreso que incluía una cláusula gatillo una vez al año, que mejoraba los haberes sujeto a la recuperación real de los salarios en el año calendario anterior. Recordemos que desde marzo, el bono extra se encuentra congelado en $70.000.
Mientras que los haberes se incrementaron entre marzo y diciembre 93,1%, la mínima, con bono incluido, sólo aumentó 61,2%. En rigor, con la fórmula de Milei, en el trimestre diciembre 2024-febrero 2025, la jubilación mínima con bono se ubicará 14,3% por debajo del último trimestre del gobierno anterior, y la jubilación sin bono se ubicará 3,4% por debajo, reportó CEPA. A este ajuste en los haberes, se suma la eliminación de los medicamentos gratis a aquellos afiliados del PAMI que cobren más de un haber mínimo ($390.000), o tengan un auto de menos de 10 años de antigüedad o dos propiedades inmuebles.
Para poder recibir el beneficio, además, deberán realizar una serie de trámites que implican la presentación de recetas y posterior aprobación.
Crecimiento de la pobreza y la indigencia
Producto de la aceleración inflacionaria en los primeros meses de gestión, y la consecuente abrupta caída del salario real, los niveles de pobreza llegaron a superar en el primer trimestre el 55%, y tocaron un nivel no visto en dos décadas (lo mismo para la indigencia).
Si bien esos registros se están moderando, el indicador podría sostenerse por arriba del 45% en el cierre de 2024, es decir, en niveles aún muy elevados.
Fuerte caída del consumo masivo
El consumo de alimentos y de otros bienes sufrió una importante caída en 2024, debido al impacto que tuvieron en los hogares algunas medidas implementadas en la gestión de Milei, destinadas a alcanzar una estabilización macroeconómica.
En el primer trimestre del año se registró una contracción del consumo de mayor magnitud, que llegó a una baja en torno al 30% tanto en las ventas de supermercados y autoservicios, como en comercios minoristas de distintos rubros, de acuerdo a datos del INDEC y CAME.
De todos modos, hacia el último trimestre del año, comenzó a verse una desaceleración en la caída del consumo: según la última medición de CAME, las ventas minoristas pyme bajaron 1,7% anual y crecieron 3,9% mensual en noviembre, y acumulan una merma de 12,2% en los primeros once meses del año.