Paulino Rodrigues es un apasionado de la Constitución Nacional. Al punto que frecuentemente la relee y se lamenta que el país no haya concretado aun un extenso período virtuoso que le permitiera materializar en la realidad “el sentido y la esencia” de la Carta Magna. El politólogo y periodista fue el segundo invitado del nuevo ciclo de entrevistas de Data Diario “En contexto”, que conduce Mariana Dahbar. Habló de la incertidumbre acerca de la elección del domingo, las deudas de la democracia y del “fin” de la incidencia de los “aparatos partidarios” en los resultados electorales.
El conductor "+Info a la tarde", que se emite por La Nación +, advierte sobre las condiciones de hartazgo con las que se llega a las urnas, tras años de “deficiencias” y una población “con el 45% por debajo de línea de la pobreza y un país estancado que no crea en puestos de trabajo genuinos en el sector privado hace 12 años”.
En ese contexto destacó que “una sociedad frustrada” llega “desencantada al proceso electoral a 40 años de haber recuperado la democracia”. Esa con la cual “se iba a comer, educar y finalmente curar” y que, por lo pronto, generó una situación que hace pensar que “la democracia por sí misma no es un mérito, es una condición necesaria, pero no suficiente y ahora estamos viendo como algunos sectores intentan incluso resquebrajarla por derecha y por izquierda”, alertó.
En ese sentido, Rodrigues dijo que hay que tener en cuenta que “buena parte de la sociedad” (más de la mitad de los votantes) “tiene menos de 41 años” y que no conoció la vida sin democracia, por lo cual no sabe “lo que es no tenerla” y entonces hoy, por eso y por la crisis acumulada, es “es un valor que se discute”.
Por otra parte, el conductor televisivo diagnosticó que para revertir ese cuadro, la política debe recuperar legitmidad y que el país tiene “un inmenso futuro por delante” solo con “hacer algunas pocas cosas, pero que son mayúsculas: educación, ejemplaridad, reconstruir autoridad y tener un programa para lograr estabilidad económica fomentando el equilibrio fiscal”.
Un eventual gobierno de Milei y la crisis del peronismo
Consultado acerca de cómo se imaginaría un eventual gobierno de Javier Milei, el periodista indicó no tener indicios claros y que, en todo caso, habría que esperar al 10 de diciembre “cuando forme equipos y determine quiénes van a hacer sus ministros, aliados y a quién va a apelar para conseguir gobernabilidad”.
“Solo ahí podría tener una imaginación de que sería Milei en el poder. Hoy me resulta absolutamente inimaginable que haría finalmente”, amplió. En contraposición, si en cambio, podría trazar un perfil de un eventual gobierno de Patricia Bullrich o Sergio Massa.
De todas maneras, sea como fuere el resultado, Rodrigues subrayó que el mapa de poder en la Argentina va a cambiar de una manera muy importante después del 10 de diciembre, ya que por primera vez “el peronismo no va a ser mayoría en los gobernadores, y por ende no tendrá la llave del Consejo Federal de Inversiones y en el Senado no tendrá derecho a veto como ha tenido hasta acá”.
Con ese panorama aventuró que, en caso de derrota, el peronismo quedará en la disyuntiva de convertirse en una minoría “intensa” o “reconfigurarse”. También señaló que más allá del “mal gobierno de Alberto Fernández”, al peronismo lo terminó perjudicando el haber “inflado” a “Milei para dividir a la oposición” porque “terminó comiéndole las propias vísceras”.
“Apareció un fenómeno que le comió apoyo al peronismo en su propia base social mayoritaria, los humildes. Es un emergente carismático con todos los atributos del líder caudillesco del peronismo histórico, más allá que sus ideas representan otra cosa”, evaluó al respecto.
El desconcierto en el círculo rojo y el “fin” de los “aparatos partidarios”
En otro tramo de la entrevista, Rodrigues señaló que los resultados de las PASO provocaron “una enorme confusión-desesperación” en los sectores del establishment porque “sus candidatos” (Horacio Rodríguez Larreta, en primera instancia, y Sergio Massa en segundo lugar) obtuvieron apenas un tercio de los votos. “Dos tercios del electorado les dijo que no, y se fueron con Patricia Bullrich por derecha dentro de Juntos, y con Juan Grabois por izquierda dentro de Unión por la Patria, o por fuera con Milei o el Frente de Izquierda”, describió.
También señaló que esos resultados marcaron todavía más el “repliegue” de los “partidos tradicionales” y que “el peso de los aparatos se convirtió casi en nimio”.
“La gente perdió miedo y el celular se convirtió en un elemento profundamente democratizador, ya nadie cree que en el cuarto oscuro alguien te está vigilando”, analizó.
La salida a la crisis
Por otra parte, el periodista alertó que hay una “resignación” que puede resultar un “caldo de cultivo para los emergentes de cualquier tipo y peligrosos”. Y para finalizar insistió que el sistema político debe recuperar “legitimidad” y con “acuerdos a largo plazo”.
“Son 20 años, no uno, dos, ni tres. Ni es un liderazgo, ni una persona”. Demanda de “un enorme equipo con programas y con una sociedad que los valide y respalde”, cerró.