El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que la reforma jubilatoria de 62 a 64 años que impuso por decreto "es necesaria", aunque aclaró que "hubiera preferido no hacerla". Esto se da en el marco de otra jornada de protestas en el país.
Las calles de París están repletas de basura y ciudadanos que rechazan la reforma que aumenta el límite de edad de 62 a 64 años. En tanto, las autoridades parisinas emitieron una orden en los últimos días exigiendo a algunos empleados de la basura garantizar un "servicio mínimo" por motivos de salud.
MANIFESTACIONES EN FRANCIA
La decisión por decreto de Macrón intensificó una ola de protestas de varias semanas contra la reforma y contra el Presidente, algunas de las cuales incluyeron hechos de violencia y terminaron con detenidos y policías heridos.
Este miércoles, trabajadores portuarios en Marsella bloquearon el acceso al puerto comercial de la ciudad, el más grande de Francia, impidiendo la entrada de camiones y automóviles en medio de una fuerte presencia policial, informó AFP.
Las huelgas en varias refinerías en el oeste y sur de Francia derivan en la interrupción de los envíos de petróleo en el país. En ese sentido, las estaciones de servicio de la región sureste del país son actualmente las más afectadas por el desabastecimiento.
Los sindicatos convocaron nuevas protestas y huelgas a nivel nacional el jueves para exigir que el Gobierno simplemente retire el proyecto de ley de jubilación.
LA PALABRA DEL PRESIDENTE
Ante la espera de nuevas manifestaciones para este miércoles, Macron condenó la violencia de "sediciosos", pero expresó que respetaba las protestas organizadas por los sindicatos y las espontáneas para mostrar pacíficamente su desacuerdo con la reforma.
El mandatario aseguró que esa reforma "es necesaria", pero no lo hace "feliz". Además, agregó que, de no ser necesaria, "hubiera preferido no hacerla", en una entrevista con las cadenas TF1 y France 2, asumiendo la "impopularidad" de la medida.
El presidente insistió que "esa reforma no es un lujo" ni tampoco es divertido, sino que es "una necesidad del país". Por otro lado, remarcó que su único error fue "no conseguir convencer" a la población sobre la necesidad de la reforma.
Macron cargó contra los manifestantes que protagonizaron actos vandálicos, a los que calificó de "sediciosos" y comparó con quienes intentaron asaltar las instituciones en Estados Unidos en 2021 y en Brasil en 2023.
El mandatario afirmó que no van a tolerar "ningún desbordamiento", cuando la oposición de izquierda, sindicatos de abogados, magistrados, oenegés como la Liga de Derechos Humanos o Amnistía Internacional, e incluso la defensora del pueblo alertaron de la actuación policial.
Según los sondeos, dos de cada tres franceses, y todos los sindicatos se oponen al retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y al adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.