La principal proveedora de viajes en helicóptero de la gobernadora bonaerense, presenta denuncias judiciales y es investigada por la Aduana por contrabando de aeronaves, según informó el portal Minuto de Cierre.
Los viajes de María Eugenia Vidal en helicóptero despertaron la polémica en una provincia donde 500 escuelas no tienen gas, muchos caminos rurales están anegados, los hospitales son tan deficientes que muchos bonaerenses prefieren atenderse en Capital Federal, y los docentes reciben paritarias que le empatan a la inflación sólo en años electorales (mientras que en los años pares pierden contra los precios).
La gobernadora de Buenos Aires vive en una base aérea de Morón y ejerce su cargo entre La Plata, capital provincial, y oficinas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De acuerdo a licitación 03/2018 del Ministerio de Seguridad Bonaerense, el presupuesto para trasladarla mediante el alquiler de aeronaves comerciales fue de $ 73,5 millones durante el año pasado. Para el 2019, tomando la actualizando del dólar -moneda en la que cotiza ese servicio-, el gasto rondaría los $ 170 millones anuales, casi medio millón diario.
Los tres principales proveedores de ese servicio son Beech Flying, Jas Fly y Baires Fly. De estas compañías, la primera tiene tres aeronaves denunciadas por contrabando, de acuerdo a un listado exclusivo de la Aduana al cual accedió Minuto de Cierre.
El mismo se mantiene bajo siete llaves por distintos motivos. Entre otros, que una de las empresas involucradas es de uno de los grandes amigos del presidente Mauricio Macri. Un empresario nacido en Italia y dueño -heredero por parte materna- de una importante empresa automotriz.
La aparición del taxi aéreo preferido de “Mariu” Vidal en la lista sería otro de los motivos del silencio. A ello se suma que, tras la revelación de los aviones de contrabando que publicó este medio (http://www.minutodecierre.com/nota/2019-5-22-22-32-0-la-aduana-conducida-por-diego-davila-detecto-aviones-que-estan-en-el-pais-de-contrabando-con-la-vista-gorda-de-un-area-dependiente-del-ministro-dietrich), Diego Dávila recibió una fuerte reprimenda desde la Casa Rosada. “Si Dávila nunca fue arrojadizo, después de eso mucho menos”, comentan varios funcionarios de la Aduana, casi a coro.
A pesar de todo ello, Minuto de Cierre pudo averiguar cuáles son los tres helicópteros de contrabando que la Aduana le detectó a Beech Flying S.A., cuyo dueño es Leonardo “Leo” Spokojny. Son los siguientes:
-El helicóptero cuya matrícula (como si fuera la patente de un automóvil) es LV-CPR. Está en el país, y vuela sin tener siquiera un despacho de importación. Por ello se realizó una denuncia ante la Procuraduría contra el lavado de activos (PROCELAC).
-El helicóptero de matrícula LV-GQX, y el registrado LV-FWC. Los dos, al igual que el anterior, sin despacho de importación y denunciados ante la PROCELAC.
Lo más increíble es que la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC), cuyo titular es Tomás Insausti, les haya otorgado matrícula. Sería como entregarle la patente a un automóvil 0 kilómetro sin certificado de fábrica, o la transferencia a un usado sin VTV y con deuda de patentes.
En algunos casos, los dueños de aviones y helicópteros aducen que la Aduana les otorga un despacho de importación temporaria y luego no entrega la aprobación definitiva. Si el avión o helicóptero llega al país para tareas comerciales o movilidad de sus dueños, se debe realizar la importación temporal y garantizar el bien. En este caso, comienza la dinámica en la cual la Aduana le echa la culpa a la ANAC, y viceversa. Pero en las tres aeronaves de Beech Flying ni siquiera ocurre eso, pues ninguno de los tres helicópteros tenía despacho de importación.
“Leo” Spokojny: también contrabando de obras de arte
En septiembre del año pasado, el dueño de Beech Flying, Leonardo Spokojny, fue detectado intentando contrabandear nueve obras de arte hacia Uruguay, entre ellas un cuadro del recordado pintor Benito Quinquela Martín. A las 8.10 de la mañana del 27 de septiembre, Spokojny, a bordo de su camioneta 4 X 4, intentó cruzar el Puente Internacional Libertador General San Martín, que une Gualeguaychú con la ciudad uruguaya de Fray Bentos, sin declarar las pinturas.
El personaje de la Dirección General de Aduana (DGA), que forma parte de la AFIP, le informó que es una infracción al “régimen de equipaje”. En otras palabras, las obras debían ser declaradas como tales. El tema fue desarrollado en una nota de La Nación (https://www.lanacion.com.ar/seguridad/intento-cruzar-uruguay-obras-arte-valuadas-mas-nid2176441), entre otros medios.
Spokojny intentó cruzar las obras de arte en su Dodge RAM junto a Hugo Fernández y al venezolano Luilvi Naranjo Luquez. Allí fue cuando los funcionarios aduaneros, tras detectar las obras, realizaron el inventario de las mismas. El dueño de Beech Flying transportaba dos obras sin identificar de Luján Gallardo, "Recuerdo de La Boca", de Benito Quinquela Martín; "Del taller del Pintor", de José Luis Menghi; "Soledad", de Luján Gallardo; una obra sin identificar del autor Sigfredo Pastor; "Mientras dure el sol", de Luis Marzoratti; "Naturaleza Nº 17", también de Luis Morzaratti, y "Del Taller del Pintor", de Jorge Dandolo.