Ricardo Lorenzetti, juez de la Corte Suprema, envió una fuerte carta a sus pares del máximo tribunal por el modo en que se dio la elección de Horacio Rosatti como presidente de la Corte. Lorenzetti cargó contra Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, los tres cortesanos que definieron la cuestión prescindiendo de su opinión y la de Elena Highton de Nolasco, a quienes acusó de repetir vicios "moral y jurídicamente descalificados".
El problema radica en que para alcanzar los tres votos necesarios para la presidencia de la Corte, Rosatti tuvo que autovotarse. Lorenzetti consideró que esto no solo "puso en duda tanto la existencia de una mayoría en la decisión derivada de votarse a sí mismo, sino también la legitimidad del acto".
Por este motivo, recordó la elección de Julio Nazareno en el 2000 y dijo que "la designación de autoridades por medio de acuerdo extraordinario es irregular", que "esa decisión apresurada los obligó a la designación del Presidente y del Vicepresidente con la sola presencia de tres jueces, votándose a sí mismos". Con una cita del expresidente de la Corte, Enrique Petracchi, planteó que eso "no es ético ni razonable”.
El juez no participó de la votación ya que estaba en una actividad de UNIDROIT (Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado), del cual forma parte del Consejo de Gobierno. En su mensaje asegura que "todos sabían que el suscripto estaba representando al país en la reunión de un organismo internacional", que "no era una tarea privada, sino institucional" y que "era posible tratar el tema el día martes 21 o martes 28".
"No había urgencias, ni obligación legal, y no hubo mala voluntad ni deseos de no asistir. Por otra parte, existieron numerosas oportunidades en que los acuerdos fueron postergados por el sólo pedido de un ministro. Por lo tanto, negarse a tratar el tema en el acuerdo ordinario, y no postergar el convocado, violó la tradición de la Corte en la materia y las reglas de la cortesía", señaló Lorenzetti.