El secretario de Actuación Electoral de la Cámara Nacional Electoral (CNE), Sebastián Schimmel, remarcó que "es imposible" la alteración de datos una vez finalizado el proceso electoral del domingo por toda la serie de controles establecidos por la ley.
"Es imposible alterar los votos una vez cerrado el proceso electoral. En nuestro país afortunadamente es imposible", dijo Schimmel en declaraciones a radio CNN.
De esa forma, el funcionario se refirió a las garantías sobre el "acta de escrutinio", instancia en la que participan las autoridades de la mesa y los fiscales, y el posterior "control de la trazabilidad de la urna que tiene todo un seguimiento hasta llegar a las juntas electorales de cada provincia".
A pesar de la duda sobre una supuesta alteración de datos, el funcionario judicial aclaró que el escrutinio provisorio que se realiza el domingo "no tiene validez" legal sino que es informativo.
En ese sentido, explicó que la importancia recae en el "escrutinio definitivo" y legal, que es el que realiza cada una de las juntas electorales de los 24 distritos del país, y comienza 48 horas después del comicio.
"Esto tiene una garantía porque se descentraliza la tarea, es decir no va a estar a cargo de la Cámara Nacional Electoral sino de cada una de las Juntas integradas por tres jueces y todo fiscalizado por los partidos políticos", reafirmó.
Schimmel contó que luego del balotaje entre Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza, estará disponible el escrutinio con un resultado, pero que "no va a tener validez" legal, al tiempo que sostuvo que el definitivo "empieza 48 horas después", lapso que el Código Electoral prevé para que las agrupaciones políticas "puedan plantear impugnaciones" si lo consideran necesario.
Además, manifestó que ese escrutinio final y legal demorará "de acuerdo con la cantidad de mesas en cada distrito". "Hay provincias, como la de Buenos Aires, en la que hay 38 mil mesas, por lo que va a demorar más tiempo", enfatizó.