El presidente electo, Javier Milei, asumirá el próximo domingo 10 de diciembre. El encargado de organizar la jura y el traspaso de mando en una nueva asunción presidencial será un experto en protocolo y ceremonial, Jorge Faurie, ex canciller del gobierno de Mauricio Macri.
En cuanto a las invitaciones, Faurie contó que los mandatarios Luis Lacalle Pou, de Uruguay, Gabriel Boric, de Chile y Santiago Peña, de Paraguay, confirmaron su asistencia. Además, explicó que Milei podría recibir los atributos presidenciales -la tradicional banda y el bastón- en el Congreso de la Nación luego de la jura del mediodía, y no en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno como la tradición establece.
Entre otras cosas, sostuvo que el presidente electo podría desplazarse por una Avenida de Mayo intervenida para recorrer en contramano la distancia del parlamento hasta la Rosada en un auto descapotable. Ese no sería cualquier auto, sino el Cadillac Serie 62 Coupé Convertible, más conocido como el "Cadillac de Perón".
La historia del auto tiene origen en 1955 y sin bien se lo conoce popularmente como el "auto de Perón", el expresidente no llegó a usarlo. Ahora fue puesto en valor para ser exhibido de forma permanente en el Patio de Maniobras del Museo del Bicentenario.
Tras ser restaurado en 2018, donde se lo puso a punto y listo para ser usado, el presidente electo Javier Milei manifestó su deseo de utilizarlo el próximo domingo 10 de diciembre. A pesar de las ganas, se comenta que tal vez no sea posible por las dificultades técnicas para sacarlo del Museo de la Casa Rosada.
Lo único confirmado hasta ahora es que se está buscando un vehículo descapotable, ya que "Milei ha hecho toda su campaña en un vehículo abierto y podría ser una alternativa”, sostuvo Faurie.
El Cadillac que Perón no pudo usar
En principio se suponía que el Cadillac había sido donado por General Motors con motivo de la visita de Milton Eisenhower, hermano del entonces presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower, un cónclave que resultó preponderante para el desarrollo de la industria automotriz nacional.
Sin embargo, en las oficinas de la Casa Rosada encontraron documentación que acreditaba la compra del vehículo por parte de Perón. A pesar de haberlo comprado, nunca lo usó, ya que lo derrocaron antes. Al menos así lo acredita la leyenda del auto que sí está asociado a su nombre.
El “Cadillac de Perón” nunca fue de Perón: la Revolución Libertadora interrumpió el 16 de septiembre de 1955 el proceso democrático en el país y privó el deseo del General de subirse al exótico modelo importado que había adquirido pocos meses antes.
Cuando volvió al poder el 12 de octubre de 1973, había expectativa de que lo usara, pero celebró su regreso a bordo de un Rambler Ambassador fabricado por IKA.
La historia del Cadillac de Perón
Si bien Perón no lo pudo usar, el automóvil fue utilizado por otros presidentes argentinos como Arturo Frondizi, Raúl Alfonsín y Carlos Menem.
Además, transportó a varias figuras emblemáticas internacionales, entre los que se destacan los presidentes Dwight Eisenhower (EEUU), Charles De Gaulle (Francia), el primer ministro de Italia Giovanni Gronchi, el Príncipe Felipe de Edimburgo y el Cardenal Fernando Cento.
También, en el año 2006 el por entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, de visita en nuestro país durante la presidencia de Néstor Kirchner, también pidió conducir el Cadillac por los jardines de la Quinta.
Tras el paso de los años, el auto quedó estacionado en un galpón de la Quinta presidencial de Olivos. Sin embargo, en 2018, la gestión de Cambiemos decidió recuperarlo. Para su puesta en valor, el Gobierno había convocado a la Fundación Museo del Automóvil para encargarle la tarea. La restauración del coche incluyó la renovación de la pintura y la puesta a punto del motor y sus sistemas.
Actualmente, el Cadillac está restaurado a su estado original, encontrándose listo para ser utilizado.