La Corte Suprema de Justicia, encabezada por los jueces Horario Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, rechazó un recurso extraordinario y confirmó la condena de 13 años de prisión contra Milagro Sala.
De esta forma, continúa firme la condena que le dictó en 2019 el Tribunal Oral Criminal N°3 de la provincia de Jujuy en el caso conocido como “Pibes Villeros”, donde se la acusó por asociación ilícita y defraudación al Estado en la construcción de viviendas.
“El recurso extraordinario, cuya denegación motivó la presente queja, resulta inadmisible”, consideraron los magistrados en la resolución del máximo tribunal que se conoció este miércoles al mediodía.
En el texto, los letrados explican que “es un criterio sostenido por esta Corte que la autonomía de la Constitución Nacional reconoce a las provincias requiere que se reserven a sus jueces las causas que en lo sustancia del litigio versen sobre aspectos propios de esa jurisdicción, en virtud del respeto debido a sus facultades de darse sus propias instituciones y regirse por ellas”.
En pocas palabras, la Corte consideró que la condena a Milagro Sala es cosa de la justicia jujeña debido a la autonomía de acción que le otorga la Constitución, a pesar de que no importó para la designación de Rosatti al frente del Consejo de la Magistratura mientras al mismo tiempo integra el tribunal supremo.
Los cortesanos se pronunciaron en sintonía con el pedido del procurados Eduardo Casal, que meses atrás había recomendado desestimar los planteos de la defensa de la dirigente de la Tupac Amaru.
“Se advierte que la defensa no se hizo cargo de controvertir los argumentos esgrimidos por los tribunales locales para desestimar los agravios de la parte referidos a la presunta vulneración al derecho de defensa en juicio, derivados del rechazo de parte de la prueba ofrecida, la indeterminación de la imputación en su contra y la infracción del principio de congruencia, falencia que obsta de modo decisivo a la procedencia de su impugnación en orden a dichas cuestiones”, agregaron los integrantes del cuerpo judicial.
Por su parte, la defensa de Sala denunció que el proceso estuvo plagado de irregularidades y de violaciones a sus derechos, como por ejemplo:
- No permitieron testigos que explicaran cómo funcionaba la Tupac, lo que podría haber desestimado la idea del rol preponderante de la acusada en la supuesta asociación ilícita.
- Rechazaron un peritaje con ingenieros para ver qué obras se habían completado y cuáles no, lo que es la base de la acusación.
- Milagro Sala fue suspendida durante 60 días de la sala de audiencias, por lo que no pudo presenciar cuatro testimonios claves en los que se basó la acusación en su contra.
- No se permitió el libre ingreso al juicio oral y público. Solamente se permitió el ingreso de 16 personas por audiencia, algo totalmente insólito.
- Los periodistas que ingresaron debieron firmar un convenio de confidencialidad para no difundir lo que sucedía en las audiencias. No podían siquiera tomar notas.