La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) denunció a los diputados opositores Gerardo Milman y Ricardo López Murphy por revelar secretos de Estado. Fue en el intento de impulsar una investigación sobre el ingreso al país del avión venezolano-iraní Emtrasur.
La intervención del organismo también incluyó al consultor aeronáutico Franco Rinaldi, ex candidato a diputado de Juntos por el Cambio. Según parece brindaron información sensible que pone al descubierto la estructura organizativa de la Agencia.
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El pasado 5 de julio el trío Milman, López Murphy y Rinaldi presentó un escrito alegando que el avión tenía alertas provenientes desde Brasil y Turquía, junto con los nombre de siete agentes de la AFI con su respectivo cargo dentro de la estructura.
En el paper se detalla que dichos agentes podrían tener data sobre los supuestos avisos y, de igual forma, tener un mayor conocimiento sobre el perfil de los tripulantes venezolanos e iraníes que viajaban en él.
La denuncia fue presentada ante el juzgado federal de Lomas de Zamora y quedó a cargo del fiscal Federico Villena, que deberá investigar los hechos y determinar si se filtró información confidencial.
La palabra oficial de los tripulantes del avión Emtrasur
Los tripulantes venezolanos del avión retenido en Ezeiza confirmaron que estaban capacitándose por los pilotos iraníes y exhortaron a la Justicia argentina a resolver su situación inmediatamente.
Los pasajeros prepararon un comunicado para obtener una respuesta rápidamente y afirmaron que lo vivido en los últimos días les causa “un daño profundo” a ellos, sus familias y a la empresa aérea que prestó la aeronave.
En el paper afirman que los iraníes pilotan el avión desde 1986 y que estaban capacitándose al momento de pasar por cielo argentino. También aclararon que cruzaron varias fronteras sin los inconvenientes que tuvieron en Argentina.
Indican que toda la tripulación pasó “seis veces” por Migraciones sin ningún problema y que la única razón por la cual se quedaron en Buenos Aires es porque “se rehusaron” a abastecer al avión con combustible cuando, según su versión, estaba “todo pago y aceptado”.
Por el momento tienen los pasaportes retenidos y no pueden abandonar el país hasta que termine la investigación que lleva adelante el juzgado de Lomas de Zamora a cargo de Federico Villena.
La aerolínea Emtrasur denunció que sufre “ataques de propaganda totalmente infundados” tras los hechos de público conocimiento y las versiones que circularon sobre la posibilidad de un avión “terrorista”.
A pesar de esto, dichas suposiciones fueron mayormente instaladas por la oposición de Juntos por el Cambio y con el pasar de los días los relatos se fueron cayendo.
El vuelo provenía de Querétaro, México y trajo autopartes de Volkswagen a Buenos Aires. El comunicado indica que dicha carga “se entregó en tiempo y forma” y que “sirvió para que la fábrica argentina no frenara su producción”.
