A lo largo del debate presidencial, donde se fueron tocando diversos temas, también trataron el de las relaciones internacionales en donde el candidato libertario Javier Milei, volvió a expresar por la ex premier británica Margaret Thatcher quien fuera la máxima autoridad del Reino Unido, durante la Guerra de Malvinas.
"Dijiste que Margaret Thatcher era tu ídola y que las Malvinas tiene el derecho de autodeterminación de los kelpers. Invito a la gente que lo busque en Google porque me parece que vino a desmentirse de lo que dijo durante toda la campaña, por eso la gente te tiene miedo. Tenes que decir claramente: ¿Thatcher es tu ídola?, ¿los kelpers tiene derecho de autodeterminación? ¿Si o no?”
Interpelado por el ministro y candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, el libertario contestó: "En la historia de la humanidad, hubo grandes líderes. Thatcher tuvo un rol significativo en la caída del Muro de Berlín", señaló.
"Nos tocó una guerra y la perdimos, tenemos que hacer los esfuerzos para recuperar las islas por vía democrática. Voy a defender Malvinas. Perteneces a un gobierno en el que Alberto Fernández no hablaba con Bolsonaro, que problema hay si no hablo con Lula? Las relaciones comerciales del sector privado son del sector privado. Es una falacia lo que decís, armá argumentos serios", completó Javier Milei.
Y agregó: "Nosotros consideramos que las Malvinas son argentinas. Victoria es hija de un héroe de Malvinas y vamos a agotar todas las instancias diplomáticas para que las islas vuelvan a ser argentinas. Basta de ese nacionalismo barato", le respondió el libertario.
El candidato de Unión por la Patria, le contestó que "Nuestros héroes, son absolutamente innegociables, por más que para vos sea una figura Thatcher, para mí fue, es y será una enemiga de la Argentina".
Margaret Thatcher dispuso una fuerza de tareas para viajar de inmediato al Atlántico Sur con la premisa de recuperar las Islas Malvinas para la ocupación de Gran Bretaña.
Los esfuerzos diplomáticos fracasaron por impericia y negligencia de los dictadores argentinos. Pero también porque Thatcher vio en la guerra una oportunidad para afianzar su figura en Gran Bretaña.
Cuando el crucero General Belgrano fue hundido por los británicos, el 2 de mayo de 1982, fuera de la zona de exclusión marcada por los propios mandos de ese país, la guerra no tuvo marcha atrás. Todas las negociaciones fracasaron. Y la supremacía militar británica decidiría la guerra a su favor pese a las heroicas misiones de la Fuerza Aérea Argentina. Thatcher fue la responsable final de esa orden.
El 14 de junio de 1982, la Argentina aceptó la derrota. Las islas volvieron a manos inglesas y la "Dama de Hierro" sumó más poder, que le permitió remontar las situaciones en el orden interno.
"Hemos restaurado, una vez más, el dominio del Reino Unido y hemos hecho que todas las naciones sepan que la soberanía territorial británica será defendida y que nunca más debemos ser víctimas de una agresión", declaró con orgullo la mandataria conservadora ante los diputados. El cambio de 180 grados estaba dado. Nada le arrebataría un tercer mandato