El diputado nacional por el Frente de Todos, Máximo Kirchner, fue internado en las últimas horas en el Hospital Italiano de La Plata luego de presentar un doloroso cuadro de cólicos renales.
Desde el entorno cercano al legislador aseguraron que se encuentra fuera de peligro y que incluso podría recibir el alta. Ingresó el día sábado con las molestias y los médicos decidieron hospitalizarlo.
Fuentes del centro clínico informaron que el legislador fue “derivado y acompañado por su médico de cabecera, por cuadro agudo que se interpreta como cólico renal, diagnosticándose mediante estudio de imágenes perinefritis incipiente y litiasis de 3 mm intravesical".
También añadieron que se le realizaron estudios de laboratorio y bacteriológicos, al mismo tiempo que comenzó un tratamiento con antibióticos. Sostuvieron que el hijo de Cristina Kirchner presenta "buen estado general, con buena evolución clínica”.
Hasta el momento, no se especificó si será sometido a una cirugía o si se le aplicará algún tratamiento específico para tratar el problema de salud en el transcurso de la próxima semana.
Previo a la internación, una de sus últimas actividades fue el día viernes, cuando recibió al intendente de Pérez, Santa Fe, Pablo Corsalini y al presidente comunal de General Lagos, Esteban Ferri, junto al diputado Marcos Cleri. Fuentes oficiales informaron que en esa reunión se analizó la situación económica de ambas localidades y del gran Rosario.
No es la primera vez que Máximo debe ser internado. En 2012 permaneció en el Hospital Austral de Pilar, donde lo sometieron a “un lavado articular artroscópico” por un cuadro de una “artritis séptica en la rodilla”.
En noviembre de 2015, el líder de La Cámpora tuvo que ser operado en el sanatorio Otamendi del barrio porteño de Recoleta, a raíz de un cuadro de absceso hepático de origen diverticular .Producto de esa afección, debió someterse a un drenaje percutáneo.
