El resultado electoral sacudió el escenario político. Luego de una jornada en donde el ministro de Economía, Sergio Massa, fuera el candidato más votado en la categoría presidencial por más de 6,5 puntos de diferencia sobre el segundo, el panorama político cambió casi por completo.
El principal afectado por el resultado fue el libertario Javier Milei, que pese a entrar en el balotaje quedó en una posición debilitada ya que prácticamente no sumó puntos en el escrutado provisorio con respecto a las PASO, pese a que algunas encuestas aventuraban un triunfo en primera vuelta de La Libertad Avanza.
Luego de este revés en las urnas, este lunes Milei comenzó una andanada de entrevistas en las que comenzó a asegurar que buscaría alianzas con los demás espacios políticos para intentar derrotar a Massa en la segunda vuelta. El principal objetivo de Milei, es sumar votos de Juntos por el Cambio, aún después de descalificarlos públicamente una y otra vez.
Elogios al ex presidente Mauricio Macri, y a quien fuera su competidora hasta ayer, Patricia Bullrich, fueron expresados por el candidato libertario, que hasta la semana pasada casi no daba entrevistas a la prensa y denostaba a sus rivales.
Claramente es lo esperable para un candidato que busca sumar votos, y por la cercanía que genera la enemistad con el kirchnerismo, una de las banderas de campaña que compartieron públicamente. Pero algo que fue totalmente inesperado fue que el economista intentara ofrecer cargos al espacio del Frente de Izquierda, a quienes insultó una y otra vez a lo largo de su corta carrera política y mediática.
Durante una de las entrevistas que brindó está tarde, Milei sostuvo: "Nosotros tenemos el Ministerio de Capital Humano. En algunos aspectos de las áreas que entran dentro del Capital Humano, las personas que más saben sobre esos temas son de izquierda" aseguró, sorprendiendo a más de uno.
A continuación, expresó que él buscará sumar a las personas que más saben sobre distintos temas y que le puedan aportar soluciones a los problemas sin importarle su ideológica.
"Me importa tres rábanos. ¿Me comprendes? Hay un problema, yo lo quiero arreglar sin generarle daño a nadie de modo tal que tengamos una mejora paretiana, para que sea más eficiente, bienvenido", completó.
Una expresión sorpresiva e innecesaria por parte de Milei, que dificilmente tenga eco entre los dirigentes de izquierda, ya que uno de sus leit-motiv fue siempre de calificarlos de "zurdos de mierda". Los dichos de Milei se asemejan más a un "manotazo de ahogado", sobre todo teniendo en cuenta que la candidata del Frente de Izquierda, Myriam Bregman cosechó tan sólo 2,70% de los votos en todo el país.
