Los veteranos de Malvinas fueron invitados por el gobierno nacional a participar del desfile del próximo 9 de julio y respondieron con un profundo rechazo. “No somos más colimbas ni subalternos y no recibimos órdenes de nadie”, expresaron desde la Federación de Veteranos de Malvinas de la provincia de Buenos Aires.
Estas declaraciones surgen porque La Federación se vio obligada a emitir un comunicado para dar a conocer su postura frente a la invitación con condicionamientos que el gobierno nacional le demanda a los Héroes de Malvinas para poder desfilar el 9 de julio. A esta postura se le sumaron el resto de las Confederaciones de todo el país.
Los motivos de la negativa
Las pautas emitidas por parte del Ministerio de Defensa le exige a los veteranos desfilar «a paso rápido», incluso a los que se desplazan con muletas, bastones o en sillas de ruedas, para ajustarse a las dos horas que tendrá el acto en las calles de Buenos Aires.
Además, no se les permitirá llevar elementos identificatorios de las asociaciones de exsoldados a las que pertenecen, algo que suelen exhibir con orgullo y que en muchos casos recuerda al escuadrón en el que pelearon.
Frente a ese escenario, el presidente de la Federación de la provincia y ex combatientes, Rubén Rada acompañó la postura de sus pares porteños y expresó: “La mayoría de los que nosotros estamos en esta confederación fuimos los hacedores de leyes que tienen que ver con la memoria; llámese monumento, legislación en las escuelas, leyes de protección sobre la comunidad veterana de guerra, su familia, los caídos en combate, el acceso a pensiones a pensiones, seguro de salud y algunas exhibiciones que tenemos. Tenemos 40 años de lucha colectiva, no vamos a desfilar si como fuéramos militares, por unidad. No fuimos invitados. Nos llamaron de última y nos dijeron `vénganse pero no pero tienen que pagarse todo por no hay una gota de plata’”.
“Estamos frente a un gobierno con mucha adoración hacia el imperio, un alineamiento profundo hacia Estados Unidos. Nosotros no queremos un gueto en el mundo. Nosotros queremos que se negocie de pie, que se comercialice de pie y que todas nuestras riquezas que pertenecen al pueblo sean negociadas de pie, no regaladas, no entregadas, ni privatizadas. Cuando hablamos de las islas, no son dos islas flotando. Son muchísimas riquezas superiores a las que tiene el continente argentino, y enfrente, la reserva de agua más potente del planeta que es la Antártida. Ese es el conflicto Malvinas. Por eso los ingleses cuando están ahí no están por dos islas flotando, están por su riqueza”, sentenció. Además, cuestionaron el “gasto innecesario del desfile en un país donde se duplicó la tasa de indigencia”.