Este martes por la noche, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de etiquetado frontal de alimentos, iniciativa que busca advertir a los consumidores de los productos sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares, con el fin de ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos.
El proyecto obtuvo 200 votos a favor; 22 en contra y 16 abstenciones, mientras que se registraron 18 diputados ausentes al momento de la votación.
Cabe recordar que la iniciativa iba a ser tratada hace dos semanas, pero la oposición se negó a bajar a Diputados y no dio quórum, ya que los referentes de Juntos por el Cambio consideraron un "atropello" que se los convoque a una sesión especial.
Cuando se abrió el tratamiento del proyecto, la diputada del Frente de Todos, Cecilia Moreau, señaló que "el Estado argentino no va a mirar para otro lado" en un contexto de "enfermedades crónicas no transmisibles" tales como la obesidad, la hipertensión y los problemas cardíacos, que afectan a su población y que se pueden prevenir a partir de la alimentación.
En ese sentido enfatizó en la importancia de la figura del octógono negro con la información nutricional, ya que en la actualidad, las etiquetas que aparecen en los productos "son ilegibles".
El dictamen de mayoría prevé la incorporación en el frente de los envases de los productos ultraprocesados una etiqueta con forma de octógono negro con letras blancas que advierta el exceso de nutrientes críticos para la salud, como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.
Por otra parte, la ley determina que los productos que contengan entre sus componentes edulcorantes o cafeína tendrán que informar que su consumo no se recomienda en niñas y niños.