La senadora provincial del PRO, Lorena Petrovich, se volvió viral en las últimas horas con insólito ¿fallido? que tuvo lugar en Quilmes. Cuando intentaba arengar a la presidenta de su partido, Patricia Bullrich (presente en el acto), terminó halagando a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
"Vamos, vamos Quilmes. Vamos Lomas, vamos Varela. Vamos Patricia Bullrich presidente, señores. Necesitamos levantarnos, necesitamos poner fuerza. Porque la Argentina nos necesita de pie", se lanzó Petrovich para poner de pie a la militancia macrista.
Ya en el pico de euforia, largó: "Porque cuando venía pensaba en este bloque legislativo... ¿Qué le tenemos que poner? Hay que ponerle corazón y huevos, corazón y coraje, que eso es lo que tiene Cristina".
Lo más sorprendente es que entre los asistentes al acto nadie pareció haber notado tamaño fallido, incluso hubo quienes celebraron sus dichos y la aplaudieron.
Petrovich tampoco se dio cuenta: al finalizar el acto, agradeció a los presentes, saludó a varios de los que se acercaron y siguió pidiendo por la presidencia de Patricia Bullrich, una de las que se perfila como candidata de Juntos por el Cambio para las elecciones del próximo año junto con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Sin embargo, varias horas después, ese fragmento de su discurso empezó a circular en las redes sociales e inmediatamente la legisladora se volvió viral. En especial en Twitter, donde usuarios -muchos de ellos afines al Gobierno- comenzaron a hacer chistes al respecto.
“¿Se llamará Cristina Bullrich?” o “Pero Lore, la precandidata se llama Patricia”, fueron algunos de los comentarios que más se reiteraron.
La senadora macrista, por su parte, no hizo acuso de recibo y no hizo comentarios o posteos en sus redes respecto de lo que sucedió.
Petrovich, la polémica senadora que le pagaba a la empleada doméstica con un contrato de la Cámara
El apellifo Petrovich no es la primera vez que se vuelve viral. Esta vez resultó por un gaffe divertido y hasta simpático, si se quiere. Pero lo de la vez anterior fue por un escándalo muy lamentable.
Ocurrió cuando una mujer que trabajó casi cuatro años como su empleada doméstica y cuidadora de un niño y un adulto mayor denunció que la legisladora le pagaba el sueldo "como dependiente del Senado de la provincia de Buenos Aires" cuando ella "nunca realizó tareas en dicho lugar".
Se trata de Gisela Montini, de 40 años, quien explicó en septiembre de 2021 que durante cuatro años trabajó en la casa particular de la senadora bonaerense de Juntos por el Cambio "cuidando a su hijo, a su madre y haciendo tareas de limpieza" aunque cobraba un sueldo del Senado de la provincia de Buenos Aires, institución a la que nunca concurrió.
"Nunca fui a la Cámara de Senadores y mi tarea comenzó cuidando a su hijo", relató la mujer en aquel entonces, y además agregó que esa situación irregular "está documentada porque ella (por Petrovich, que fue electa por la Tercera Sección Electoral) vive en un barrio cerrado, así que hay registros de mis entradas y salidas a diario".
La denuncia se inició luego de que la legisladora la despidiera a finales de abril de 2021, para lo cual le informó que "había dado de baja el contrato en el Senado", según declaró su exempleada doméstica, quien a principios de año le había presentado un certificado médico debido a algunos problemas de salud -una hernia de disco- por los que "no podía hacer esfuerzos".
Luciano Sívori, abogado de la mujer, había detallado que el 5 de mayo de 2021 la trabajadora doméstica le envió a la senadora provincial una carta documento por la cual la intimó a "que aclare la situación laboral" de su clienta, dado que para Montini se trataba de un despido injustificado.
Según el letrado, con el despido de Montini se vulneró la Ley de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, que establece el pago de una indemnización, y asimismo denunció que la senadora de Juntos por el Cambio "la dejó sin obra social y sin ART, porque la ART no le reconoce su trabajo en la casa, ya que supuestamente cumplía funciones en el Senado según el recibo de sueldo".
En la carta documento, Montini denunció que "para evitar el pago de mi remuneración en forma personal (Petrovich) optó por registrarme como dependiente del Senado de la provincia de Buenos Aires asignándome como única tarea la realización de limpieza de su hogar particular, el cuidado de su hijo y cuidado de su mamá, infringiendo sus deberes de funcionaria pública, en perjuicio del erario fiscal".
A modo de prueba del contenido central de su denuncia, la exempleada doméstica difundió públicamente los recibos de sueldo a su nombre (Gisela Mariel Montini), emitidos por la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires.
