El Ministerio de Defensa de Francia confirmó que los cinco aviones Super Etendard adquiridos por la Argentina durante el Gobierno del expresidente Mauricio Macri, no pueden ser utilizados, según reveló este martes el diario Página 12.
La compra, que rondó los 13 millones de euros aproximadamente, se realizó en 2017 con el objetivo de emplear las aeronaves en supuestas acciones de vigilancia durante la Cumbre del G20 celebrada en esta capital en 2018, aunque los aparatos llegaron en mayo de 2019 y nunca fueron utilizados.
La Marina francesa había declarado en desuso esos aviones de combate Super Etendard, pero el entonces ministro de Defensa Oscar Aguad decidió comprarlos de todas formas.
La firma de la operación estuvo a cargo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro Aguad, en tanto que los fondos los dispuso el entonces titular de Economía, Nicolás Dujovne.
PRUEBAS EN LA ACTUALIDAD
Argentina solicitó a Francia realizar las gestiones necesarias para proveer los asientos eyectables y otras piezas clave de los aparatos, pero el representante de Desarrollo Internacional de la Dirección de Armamento francés, Gael Díaz De Tuesta, explicó en una carta que, “desafortunadamente, después de haber evaluado todas las posibilidades, no fue posible cumplir con ese objetivo”.
En marzo de 2022, la investigación interna del Ministerio de Defensa concluyó en una demoledora auditoría en la que se consignó que los Super Etendard eran aparatos en desuso que se sabía que no iban a poder volar.
“Las aeronaves no se encontraban en condiciones de volar y requerían la ejecución de una serie de trabajos para su puesta en funcionamiento”, apuntó la auditoría. Además, señaló el incumplimiento de plazos, la inexistencia de análisis técnicos y financieros previos, así como de reparaciones.
DETALLES DE LA COMPRA
El precio final de los aviones (más los elementos complementario) fue de 12 millones 550 mil euros, efectuado en una única trasferencia bancaria, de acuerdo con la Sindicatura General de la Nación.
El gobierno nacional asumió todos los gastos de retiro, transporte y estacionamiento, apunta un documento emitido por esa entidad.
Además, pagó un millón 346 mil 255 por elementos como piezas de recambio, documentación técnica para las reparaciones, bancos y valijas de prueba, un simulador de vuelo y herramientas, añade el texto.
La adquisición se hizo sin tener en cuenta recomendaciones de la Armada Argentina y a pesar de que piezas como los asientos eyectables son de fabricación británica, por lo que su compra por este país está prohibida.
