El diputado nacional del Frente de Todos, Eduardo Valdés, fue uno de los apuntados cuando surgió el escándalo de los "Vacunados VIP", que terminó con la renuncia del ahora ex ministro Ginés González García.
Si bien Valdés, se encontraba dentro de lo que se considera personal estratégico, por ser parte de la comitiva que iba a viajar a México, para el encuentro bilateral, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quedó señalado por algunos sectores como uno de los privilegiados que recibieron la vacuna por pedido expreso del ministerio de Salud.
Por caso, la diputada Mónica Frade, de la Coalición Cívica, reflotó el tema en la sesión en donde se debate la reforma al impuesto a las Ganancias, "En esta Cámara hubo diputados que se vacunaron. Uno de los diputados hoy está en su casa sesionando desde ahí y no entendemos por qué se robó una vacuna", pese a que nada tenía que ver con el tema tratado.
Ante esto, el diputado explicó que había accedido a vacunarse por el viaje oficial a México, donde la pandemia golpea con mucha más fuerza que en nuestro país. Y anunció que decidió no aplicarse la segunda dosis de la Sputnik V "Consulté en el Hospital Posadas que pasaba si no me daba la segunda dosis. (Me dijeron que) mi dosis no se perdía, se usaba para otra persona".
En esta línea, luego agregó: "Tomé la solitaria decisión de no vacunarme para no robarle a nadie la posibilidad de vacunarse. Y me vacunaré cuando todos los argentinos tengan la posibilidad de vacunarse", sentenció.
Acto seguido se explayó acerca de la convocatoria del ministerio de Salud, "Nos comentaron que había que vacunarse. Que éramos parte del personal estratégico. Que México era una zona de alta exposición al coronavirus"
"Sorprendentemente la misma persona que nos invitó nos dijo que no podíamos subir al avión", luego de que se haya desatado el escándalo.
A continuación detalló que fueron el 18 de Febrero junto a Taiana al hospital Posadas, donde le dijeron que se tenía que dirigir al Ministerio de Salud. "Nos trasladamos allí (junto a Taiana). Subimos por el ascensor por el que suben todo los trabajadores. Nunca imaginamos que estábamos en un vacunatorio vip. Cuando nos vacunaron habían cuatro personas con uniforme de enfermeros.
Nos fuimos. Al día siguiente lo tenía que hacer Felipe Solá", concluyó su relato.