En tono de advertencia y en medio de la disputa interna de poder, el nuevo presidente de la Asamblea partidaria del PRO, Martín Yeza, dejó un fuerte mensaje al Gobierno que conduce Javier Milei. "Se podría poner peligrosa la Argentina", expresó esta mañana el diputado nacional.
En diálogo con Radio Rivadavia, el legislador cercano al expresidente Mauricio Macri, brindó una serie de declaraciones que dejan aún más expuesto el distante momento que enfrenta la relación entre los líderes del partido amarillo y de La Libertad Avanza (LLA).
"Este es un gobierno con minoría institucional y si nosotros tomáramos una actitud de mirarnos un poquito más a nosotros y menos al gobierno para ver cómo ayudar de una manera sana, es cierto que se podría poner peligrosa la Argentina", planteó Yesa.
Estas manifestaciones públicas llegan sobre el final de una semana que se caracterizó por las críticas, los reproche, la ruptura y el distanciamiento dentro del espacio que desde un principio fue aliado, indiscutido, de la gestión libertaria. Sin embargo, las posturas antagonistas sobre una posible fusión entre el PRO y LLA, llegaron a punto de máxima tensión.
De hecho, este lunes, la fundación que preside Macri junto a María Eugenia Vidal (Fundación Pensar), planteó en un informe sobre los primeros meses de la gestión de Javier Milei que "hay más interrogantes que certezas" respecto al rumbo político y económico. Según calificaron, se trata del "peor arranque legislativo de la democracia".
Días después, el expresidente volvió a marcar sus diferencias y publicó un mensaje en X (antes Twitter), para reclamarle al Poder Ejecutivo que ejecutara el fallo de la Corte Suprema que le ordenó devolverle a la Ciudad de Buenos Aires los fondos coparticipables que se les recortó en el 2020.
Bajo este escenario, el diputado nacional y recientemente asignado como titular de la asamblea partidaria del PRO, dialogó con el Periodista Marcelo Longobardi y ventiló otras diferencias con las políticas del Gobierno nacional: "Vamos viendo lo que pasa en materia de relaciones internacionales; un día nos peleamos con España, otro día decimos que Bolivia se hizo un autogolpe, que los chinos tal cosa, y es algo con lo que no estamos de acuerdo", definió.
Respecto a la ruptura interna del partido, que comenzó a partir de las negociaciones por los proyectos de la Ley Bases y que terminó con gritos y desplates en la asamblea de este jueves, el ex intendente de Pinamar, explicó: "Nosotros dimos este paso no solamente para renovar al PRO, sino para pasar a un proceso de saneamiento del partido y recuperar la confianza".
Además, analizó que "una fuerza que parecía predestinada a gobernar la Argentina, terminó tercera cómodo", un claro mensaje para los candidatos presidenciales que compitieron en Juntos por Cambio, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. "Entonces ahora hicimos lo sensato: levantar la mano y decir que esto no va más y se empezó a hacer de una forma diferente", remarcó.
Escándalo y fractura en la asamblea del PRO: los seguidores de Bullrich se fueron a los gritos de la reunión
La aprobación de la Ley Bases marcó un punto de inflexión en el vínculo de los dirigentes del PRO que, aún dentro de un mismo horizonte ideológico, llegó a un punto de distanciamiento casi sin retorno. Según esgrimieron desde el sector que responde a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, los delegados del macrismo, desconocieron los acuerdos previos y marginaron a la funcionaria libertaria de la conducción del cuerpo deliberativo.
Finalmente, todo terminó en un verdadero escándalo público y, entre gritos, quejas y reclamos, los dirigentes que apoyan la fusión PRO-Milei pegaron el portazo y se retiraron de la asamblea.
Minutos antes, la propia Bullrich, difundió un carta donde explicó que el debate que quiere dar en el partido "no es un debate de cargos, es mucho más profundo: es un debate de rumbo". "Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora, nos hundíamos", aseguró y remarcó: "No vamos a dar marcha atrás".
En la reunión que se llevó a cabo en el Hotel Abasto, los cruces se agravaron cuando se confirmó lo que era un secreto a voces: La mayoría absoluta que responde a Macri iba a postular al diputado y ex intendente de Pinamar, Martín Yeza, desconociendo que iba a ser alguien propuesto por Bullrich para ese cargo. Hubo gritos, discusiones, quejas y un portazo.
Los representantes se trasladaron al bar de la esquina de Corrientes al 3200 y allí esperaron a Bullrich. La ministra llegó, estuvo unos minutos, y se fue. "Se quedaron con un partido chiquito", dijo Pablo Walter, uno de los operadores que resumió el sentimiento de Bullrich.