Fuentes judiciales confirmaron que detectaron ADN de Fernando Sabag Montiel en el arma utilizada en el intento de asesinato a Cristina Kirchner el pasado jueves por la noche frente a su departamento de Recoleta.
La pistola Bersa calibre 32 tiene rastros biológicos del detenido que gatilló a centímetros de la cara de la vicepresidenta. El material se habría encontrado en el gatillo, la corredera y la empuñadura del arma, según explicó una fuente oficial cercana a la investigación.
El arma en cuestión fue hallada en la vereda de Juncal y Uruguay luego de que militantes atraparan al agresor tras el atentado fallido. La Policía la recogió como prueba y comenzaron las investigaciones para determinar si era o no la que usó al momento del intento de magnicidio.
Fernando André Sabag Montiel, de 35 años, es de origen brasileño y cuenta con antecedente de portación de armas. Es empleado y vive en el barrio porteño de Villa del Parque. En 2021 fue detenido por la Policía de la Ciudad por tenencia de arma blanca en un control vehicular.
Se encuentra inscripto como dedicado al “servicio de transporte automotor urbano y suburbano no regular de pasajeros de oferta libre”, por lo que sería conductor de una de las aplicaciones más conocidas de transporte de pasajeros.
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Su DNI es 93.276.512, lo que confirma que es extranjero. No tiene impuestos activos, no registra relación de dependencia ni cuentas bancarias, según revelaron los datos que se filtraron el pasado jueves por la noche.
En la noche del viernes Sabag Montiel se negó a declarar ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, quienes lo indagaron en la sede de la Policía Federal de la calle Cavia.
El detenido acusó un golpe en el ojo, que habría recibido en el momento en que fue reducido por los manifestantes. Tras ser asistido por un oftalmólogo, se negó a declarar.
La Justicia investiga si Fernando André Sabag Montiel actuó solo, si respondía a alguien más o a una organización criminal. Además, se confirmó que el arma utilizada “estaba apta para disparar” y contada con cinco balas en el cargador.
La novia del atacante de Cristina Kirchner rompió el silencio: "No pensé que podía hacer algo así"
Ambar, la novia de Fernando André Sabag Montiel, el brasileño detenido por gatillarle con un arma a la vicepresidenta Cristina Kirchner, negó saber que su pareja iba a cometer ese atentado y manifestó: "No pensé que podía hacer algo así".
“Estamos con mucho miedo porque nos están culpando de algo que no hicimos”, aseguró la mujer que habló junto a compañeros del emprendimiento de venta de algodón de azúcar donde conoció a Sabag Montiel.
“No sabía que tenía un arma”, aclaró la mujer en una entrevista con Telefe. Según contó, estaba en una relación con Sabag Montiel desde hacía un mes, viviendo con él, pero nunca vio un arma ni las balas que la policía encontró en la casa que compartían.
“Me enteré por la prensa de lo que pasó”, reveló la mujer sobre el ataque a Cristina Kirchner y aseguró que nunca escuchó a hablar a Sabag Montiel sobre sus intenciones de matarla. Además, dijo que la última vez que lo vio fue hace dos días, y que no estaba con él este jueves por la noche, cuando Sabag Montiel se dirigió a la casa de Cristina Kirchner y le gatilló dos veces en la cabeza.
La joven junto con sus amigos contaron que recibieron amenazas por las redes sociales y expresaron: “Según las redes somos los amigos del asesino”. “Tengo mucho miedo de lo que me pueda pasar”, manifestó. En tanto, Ambar describió que el detenido "era tranquilo" y aseguró: "Era una buena persona".
“Solía quejarse de la suba del dólar, de la economía pero nada más”, apuntaron consultados sobre qué motivaciones podía tener para realizar el ataque.
Asimismo, dijeron que no creen en la versión que dio Mario, un amigo de Sabag Montiel más temprano este viernes, que dijo que el atacante sufrió bullying de chico y que eso podría tener que ver con lo que hizo. “No lo conocemos a ese tipo, salió de la nada, no sabemos si lo que dice es real”, afirmaron.
Por otra parte, los compañeros aclararon que aunque se conocían del grupo de trabajo que tienen y había cierta amistad, no lo conocían tanto. “Verlo así en cámara y ver lo que hizo, fue un shock”, afirmó uno de los compañeros.
