La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, cerró este lunes, el Plenario de delegados, que organizó la CTA de los Trabajadores, encabezada por Hugo Yasky, en un nuevo feriado por el Día de la Bandera, en conmemoración por el fallecimiento del general Manuel Belgrano.
Allí analizó la coyuntura actual, se centró en la marcha de la economía, y de manera ineludible se refirió a los altos índices de inflación que viene registrando nuestro país desde hace meses, sobre todo de diciembre a esta parte.
En primer lugar, comenzó a desarmar las teorías de los economistas con mayor llegada a los medios de comunicación, que sostienen que la inflación se da por déficit fiscal, esto es, mayores gastos por parte del Estado nacional, que ingresos por recaudación.
Para desmitificar que la causa de la inflación es el déficit, la titular del Senado recurrió al ejemplo de Estados Unidos, cuyo déficit se encuentra a tope a nivel mundial desde hace muchos años, al igual que otros países pertenecientes al G-20, y no por eso atraviesan procesos inflacionarios como los de la Argentina.
Mostrando una serie de gráficos y mapas del mundo que daban cuenta los altos índices de déficit en muchos países del mundo aseguró: "¿Qué quiere decir esto? Estoy tratando de encontrar las causas verdaderas de por qué tenemos esta inflación única en el mundo y me doy cuenta que por el déficit fiscal no es porque sino otros países deberían tener muchísima más inflación".
Por otro lado, analizó la balanza comercial, como una de las posibles causas, esto es la diferencia entre lo que se exporta y lo que se importa. Y nuevamente, Estados Unidos, se encontraba al tope de los países con mayor desbalance con importaciones que superan las exportaciones cada año.
"Pero entonces me preguntarán...¿Cómo puede ser entonces si Estados Unidos, que es el país que tiene más déficit primario, final y comercial...? ¡Ah bueno pero tiene la maquinita que imprime los dólares y además tiene unos cuantos portaviones", se respondió, irónica.
"Entonces, el déficit, que es un concepto económico y no matemático, no necesariamente es el causante de los desmadres económicos y de la superinflación", agregó.
Oferta y demanda
Siguiendo su hilo argumental CFK, analizó la tensión entre oferta y la demanda como posible causal de la inflación, centrándose en la utilización de la capacidad instalada como índice de análisis, en donde se verifica el nivel de respuesta a la demanda.
La vicepresidenta repasó los números del INDEC que mide los 12 bloques industriales para ver qué decía sobre el uso de la capacidad instalada de la industria y explicó -siguiendo los datos oficiales- que los 12 bloques están por arriba de los números que registraba en 2019 y por debajo de los que registraba en 2015, de manera que al día de hoy hay, en relación al 2015, capacidad instalada ociosa para seguir produciendo a la par de que -señaló- "no tenemos grandes salarios para gastar". Esto indica que el problema "tampoco sería de oferta y demanda".
Por último analizó a la "presión tributaria" como una de las posibles causales de la inflación, también un argumento esgrimido frecuentemente por los sectores hegemónicos de la economía. En primer lugar dio a conocer los altos índices de beneficios de algunas empresas, y señaló que las ganancias de una de las empresas alimenticias más importantes del país crecieron, entre el 2019 y el 2021, un 412 por ciento. "Y fui a ver el mismo índice en otra empresa de insumos difundidos, una de las más grandes, y la ganancia en ese período fue de 224,3 por ciento".
Evasión fiscal y fuga de capitales
En este sentido, Fernández de Kirchner tomando el dato de las ganancias, sostuvo que la recaudación impositiva debería ser mucho mayor al actual, por lo que se desprende que hay altos niveles de evasión y fuga de capitales, o formación de activos en el exterior.
"En el ranking de países evasores Argentina ocupa el tercer puesto. En nuestro país la recaudación representa el 28% del PBI cuando debería representar el 45%. Los primeros son Guyana y Chad. Segundo está Malta. Y el tercero es Argentina junto a Comoras, a Zambia, a Paquistán y no me acuerdo a qué otro país más. Junto a este podio de países evasores tenemos otro podio: en los países con formación de activos en el exterior también somos terceros. Miren qué casualidad”, añadió.
“No nos faltan dólares, están afuera. Y ese es el problema que hoy tenemos. La escasez en dólares y la economía bimonetaria. En realidad, la necesidad de tener dólares para financiar las importaciones -otro problema de la producción- se forma en activos en el exterior. No es que no haya o nos falten o que la economía argentina no produce", agregó.
En esta línea aseguró: "Produce dólares que se evaden de muchísimas formas: importaciones, hay festival de importaciones. Y creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente Banco Central, ministerio de la Producción -que administra el comercio exterior, autoriza las importaciones-, AFIP en la Aduana, porque fija los precios de referencia y controla que no haya sub y sobre facturación. Y el BCRA. Eso tiene que ser articulado, lo cual no estaría sucediendo".
“En Argentina 600 empresas explican el 75% de las exportaciones. Y el otro 25% de las importaciones lo explican 24 mil empresas. No es tan difícil controlar esto”, agregó.
“Si vos tenés una empresa multinacional de la magnitud de Techint y además tenés la posibilidad de hablar con sus directivos, pedile que los 200 millones de dólares que les tienen que pagar a su subsidiaria en Minas Gerais, Brasil, la financien ellos o pidan un crédito en el BNDES, que lo van a conseguir, y entonces no tengo que darles 200 millones de dólares a $127 para que me importen eso. Estas cosas son también usar la lapicera", sostuvo.
"Esto es tener funcionarios que funcionen, que se sienten a discutir, a discutirles, no hay que agacharles la cabeza. No hay tampoco que pelearles, hay que discutir, sugerirle orientaciones”, agregó.