Tras la victoria y en pleno festejo del ex mandatario y actual presidente electo, Lula Da Silva, se reunió con su equipo de trabajo, periodistas y simpatizantes donde dió un sentido discurso luego de saberse de su victoria con el 50,9% de los votos (aproximadamente casi 60 millones de personas). Allí, una militante le acercó una gorra con la insignia "CFK 2023" y el líder del Partido Trabajador no dudó en ponérsela.
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En medio de diversas discusiones internas en el Frente de Todos y donde muchos simpatizantes y sectores de centro izquierda e izquierda anhelan el regreso de la ya dos veces presidenta de la Argentina, el gesto de Lula puede ser tomado como un guiño simpático o como un posicionamiento frente a la situación de la actual coalición gobernante. Incluso su propio hijo, Máximo Kirchner, en una nota con Roberto Navarro afirmó de manera tajante "Creo que Cristina no va a ser candidata" y agregó "Cedió en 2019 cuando naturalmente era candidata" y al ser consultado por Alberto Fernández, remarcó que el peronismo actualmente "no tiene candidatos".
Lo cierto es que Cristina Kirchner, más que sacarse una foto con la gorra que le regaló una militante, no hizo declaraciones de ningún tipo ni a ningún medio sobre lo que va a suceder con su carrera política de cara a las elecciones del año 2023.
Cristina y la gorra del momento
Hace meses atrás, en medio del escándalo con Luciani, la persecución judicial y con cientos de militantes aguardando en la puerta de su casa para mostrarle su apoyo, y como ya era costumbre, Cristina salía a saludar a quienes se acercaban a acompañarla. El 25 de Octubre, 7 días antes del intento de magnicidio por parte de Fernando Sabag Montiel, la actual vicepresidenta ingresó a su casa saludando a sus simpatizantes y una le regaló una gorra. Ella primero la observó y luego se la puso, sonriendo ante las cámaras. Imagen que luego recorrería los portales de noticias y las redes sociales sosteniendo que se estaba tratando de una señal de posible candidatura.
