El CEO de YPF, Sergio Affronti dejó su cargo en la empresa tras una denuncia por espionaje contra el presidente de la empresa, Pablo González.
La investigación que comenzó a fines del año pasado, pero trascendió hace pocos meses en los medios y derivó en una denuncia judicial que investiga la jueza María Servini. En tanto, Affronti será reemplazado por Pablo Iuliano, vicepresidente de Upstream No Convencional de YPF.
Según la denuncia, un empleado de seguridad de YPF, responsable de las tareas de contrainteligencia interna establecidas por protocolo en todas las empresas que cotizan en Wall Street, ingresó a la oficina de González fuera del horario laboral y fotografió documentos y revisó las pertenencias personales del presidente de la compañía.
Esta persona fue descubierta in fraganti y filmada por un compañero mientras realizaba estas tareas, y esas imágenes forman parte de la denuncia. Por la causa, que derivó en una investigación, se habría decidido el alejamiento de Affronti.
Esa persona en cuestión era Alejandro Garofani fue nombrado en septiembre de 2019 analista de ciberseguridad YPF y se ocupaba de recorrer oficinas en busca de micrófonos o dispositivos para espionaje.
Tras un procedimiento conocido como “Technical Surveillance Counter Measures”, por lo que se monitoreó la presencia de micrófonos y otros dispositivos. Uno de los empleados descubrió que su compañero sacó fotos y revisó los cajones en la oficina de Pablo González.
Esas imágenes forman parte de la denuncia y por la causa que derivó en una investigación. Ahora se habría decidido el alejamiento del CEO.
El espionaje en YPF
El presidente de YPF, Pablo González, denunció en la Justicia federal que fue víctima de espionaje ilegal dentro de la compañía petrolera que él encabeza.
Según detalló, las maniobras de espionaje ocurrieron a fines de noviembre del 2021, pero la denuncia penal recién la presentó González en mayo del 2022 por que otros ejecutivos de la denominada “planta permanente” de la empresa se negaban y recomendaban encarar la situación en secreto. La causa finalmente recayó en el juzgado federal N° 1 a cargo de María Romilda Servini.
El santacruceño Pablo González asumió el cargo el 24 febrero del 2021, en reemplazo de Guillermo Nielsen. De profesión abogado, en su currículum figuran distintos cargos en la función pública. Fue director de Distrigas y gerente de Asuntos Legales de Servicios Públicos en Santa Cruz, y también se desempeñó como jefe de Gabinete de Ministros, ministro de Gobierno, diputado provincial y senador nacional. En 2015, fue electo como vicegobernador de la provincia; y en 2019 asumió como diputado nacional, cargo al que renunció para asumir como presidente del Directorio de YPF.
La denuncia
La denuncia que tramita Servini -y que González ratificó en junio pasado- reveló que un empleado de seguridad de YPF, responsable de las tareas de contrainteligencia interna establecidas por protocolo en todas las empresas que cotizan en Wall Street, ingresó a la oficina del presidente fuera del horario laboral y fotografió documentos y revisó las pertenencias personales de González.
El topo fue identificado como Alejandro César Alberto Garofani Mariscal y fue descubierto infraganti por un compañero, que lo filmó mientras realizaban en conjunto las tareas bautizadas internacionalmente como TSCM, por las siglas en inglés de “Technical Surveillance Counter Measures”, que en español significa “Contramedidas de Vigilancia Técnica”.
“En el marco del procedimiento realizado el 30 de noviembre de 2021, Garofani accedía y registraba fotográficamente, almacenaba y enviaba o compartía todo tipo de información impresa disponible en los escritorios, cajones, ficheros, cestos de residuos, mochilas, bolsos, etc, de las oficinas en donde se realizaba el procedimiento, conductas que obviamente, de ningún modo estaban autorizadas sino que, por el contrario, estaban prohibidas y conformarían los delitos denunciados”, detalló González en el escrito presentado a través de su abogado.
La denuncia indicó que Alejandro Garofani “realizaba fotografías tanto con su celular corporativo como con su celular personal, y que esas imágenes las almacenaba y/o enviaba o compartía a terceros a través de su celular (ya que luego de fotografiar manipulaba el celular en actitud de escritura dactilar sobre la pantalla; lo que fundamenta la sospecha razonable de que trasmitió en el momento las fotos a alguien más), circunstancias que conllevarían a la creación de copias no controladas de documentos que contienen información Sensible No Pública de YPF S.A. e información personal de los ejecutivos de la compañía, lo que materializa la exposición de esa información”.
El topo Garofani no solo fotografió documentos. Su compañero de vigilancia lo registró fotografeando un portarretrato en el que se ve a la esposa de González junto a la Cristina Kirchner.