El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, arremetió contra el presidente Javier Milei por la marcha atrás de Petronas en relación a la instalación de una planta de GNL.
En una entrevista con Ezequiel Orlando y Gimena Fuertes en el programa Mañanas Libres de Data Diario, Bianco destacó que "veníamos trabajando muy bien y estaba todo diseñado para Bahía Blanca". Sin embargo, criticó al presidente por sus comentarios despectivos que indicaron que el proyecto no se llevaría a cabo en esa localidad. "El presidente de YPF salió a decir que él no tenía nada que ver", añadió, señalando la confusión generada por la falta de claridad en la comunicación del gobierno.
El ministro expresó su descontento al afirmar que "dieron explicaciones ridículas sobre por qué lo cambiaron". Además, enfatizó que Petronas había advertido que si se trasladaba de Bahía Blanca, no habría inversión. "El gobierno hizo que se cayera la inversión y se lo van a dar a cuatro petroleras", indicó.
En otro orden Bianco criticó la postura del gobierno que "está gobernando para unos pocos intereses" y subrayó que se permitirá que "se lleven el gas licuado sin restricción por el RIGI".
En cuanto al calificativo de Milei acerca de que todo opositor es “comunista”, Bianco dejó en claro que “Kicillof es peronista” y que al presidente no se lo puede ni siquiera considerar “capitalista, porque gracias a que es un irresponsable el país pierde posibilidades de recibir inversiones”.
Para concluir, Bianco agradeció la oportunidad de hablar sobre estos temas y anunció que habrá una columna bonaerense en la marcha universitaria de la próxima semana. “Es importante que estemos presentes”, dijo, reflejando su compromiso con la movilización social en defensa de la educación.
Por qué Petronas quería Bahia Blanca
El interés de Petronas con Bahía Blanca no resultaba caprichoso. El Golfo de San Matías tiene una reserva de ballenas, por lo que no resistiría una acción colectiva ambiental, transmitió un especialista en hidrocarburos a PERFIL. A principios de este año un colectivo de entidades ambientales, sociales y culturales le solicitaron a la justicia rionegrina que detenga el avance de un puerto petrolero por esta precisa razón. La intención era que, en su pico, la producción de GNL surta 450 barcos anuales. Un tránsito complejo de sostener en las épocas en que los crustáceos circulan por las aguas argentinas dentro de su ruta migratoria.
Un conocedor de las negociaciones aseguró que por las cláusulas de confidencialidad que se firmaron, que Petronas ya le había advertido al Gobierno nacional de que podrían retirarse del acuerdo si definían que la planta se ubicara en Río Negro. Todos los trabajos previos, incluidos los de pre-factibilidad y ambientales, ya los habían realizado para Bahía Blanca, a un costo no menor para hundir una inversión de US$ 30.000 millones en suelo argentino.