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Ahora Duhalde volvió a cruzar al Gobierno y aseguró que Alberto "no está en su sano juicio"

El expresidente atacó al mandatario y lo acusó de "no estar bien psíquicamente" por "recibir golpes todos los días y no reaccionar".
Lunes, 07 de diciembre de 2020 a las 12 28

Por Redacción

Lunes, 07 de diciembre de 2020 a las 12:28

El expresidente Eduardo Duhalde volvió a criticar el rol de conductor de Alberto Fernández en las relaciones políticas del Gobierno del Frente de Todos y aseguró que el mandatario "no está en su sano juicio" porque "recibe golpes todos los días y no reacciona"

En diálogo con LN+, junto a los periodistas Luis Majul, María Julia Oliván y Federico Andahazi para el programa La Cornisa, Duhalde aseguró sobre Alberto: "Para mí es un hombre que tiene un grave problema. Creo que no está en su sano juicio, creo que recibe golpes todos los días. Y un presidente no puede recibir uno, dos, cuatro, cinco golpes para mantenerse bien".

Asimismo, el exmandatario dijo estar "sorprendido" por el cambio de timón que presentó Alberto tras sus primeras reuniones en las que habían confiado el armado "de una gran coalición".

"Yo lo lamento mucho. Alberto fue empleado mío en el Banco de la Provincia en un cargo importante y bueno, estoy sorprendido. Él hablaba de llegar a una gran coalición, no yo. Y me dijo 'voy a empezar a hablar' y me tiró el nombre de un radical, y le dije 'no, dejá', yo soy amigo de todos, yo no me peleo con nadie. Dejame que hablo con los muchachos", comentó Duhalde en la entrevista.

Y añadió: "Hablo con el presidente de la Unión Cívica Radical y me dijo mirá, si no se hace algo así, no queda Argentina para nadie. Hablo con la presidenta del PRO y hablo con todos, pero después no sé lo qué le pasó".

Luego, frente a la consulta maliciosa que realizó Majul respecto a las declaciones de Duhalde sobre el estado emocional del jefe de Estado, el exgobernador ratificó: "Uno no está bien psíquicamente cuando recibe golpes todos los días y no reacciona, y no se hace atender".

Y utilizó como ejemplo la relación que construyó con la Iglesia adventista: Yo me salvé con ellos, me hacían masajes y tres horas de caminata y así me salvé yo. Le llevé a los adventistas a él, y se puso muy contento porque habló con ellos. Al tiempo me dice 'únicamente voy a aceptar el tema de la comida'. Y no le fue tan bien: aumentó seis kilos. No se cuida y así esto no puede andar".

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