En el oficialismo hay expectativas sobre la nueva "bajada" discursiva que realizará Cristina Kirchner este jueves en ocasión de una nueva conmemoración del Día del Militante. Pero aún quedan dudas sobre la posibilidad que rumbo a las elecciones de 2023 se conforme una mesa política que intente ordenar las actuales disputas internas del Frente de Todos (FdT).
Alberto Fernández recién regresará este viernes de su extensa gira por el exterior en la que, en medio su participación en la cumbre de líderes del G20, sufrió una dolencia con hemorragia estomacal. Pese al temor del momento, se pudo recuperar rápidamente. Pero el sorpresivo cuadro, provocó un nuevo contacto entre el Presidente y la Vice. “Ayer me llamó Cristina (Kirchner) por la salud, cosa que agradezco y valoro mucho”, expresó el jefe de Estado a una radio porteña.
Pero aún no hay acuerdo sobre la posibilidad de institucionalizar el debate político del FDT, que en los últimos días pidieron desde Sergio Massa hasta Máximo Kirchner, que incluso se ofreció "bajar" para no entorpecer el diálogo con el primer mandatario. En Casa Rosada, por ahora, no quieren saber nada.
Este miércoles fue la senadora cristinista Juliana Di Tullio la que volvió a poner el tema sobre la mesa. "La falta de ámbito de discusión en un gobierno de coalición es un error político por parte del presidente. Esa mesa no se arma por decisión del presidente", azuzó la ex directiva del Banco Provincia.
Desconfianzas
La cuestión de fondo es la desconfianza existente en lo alto del poder. A. Fernández considera que con esa instancia política, como lo fue también la movida de gobernadores peronistas y dirigentes kirchneristas para intentar suspender las PASO en 2023, se busca "licuar" su poder e incluso relegar su búsqueda de reelección. "No voy más al pie" de Cristina, había dicho el jefe de estado en un asado celebrado en Hurlingham semanas atrás cuando el intendente "Juanchi" Zabaleta le había propuesto armar una mesa de discusión para poder zanjar diferencias internas.
En el kirchnerismo sostienen que esa alternativa sería la mejor forma no sólo de bajar la tensión entre los dos principales socios de la coalición oficial sino también para evitar eventuales fugas de dirigentes a nivel distrital.
Incluso aducen tener argumentos para contrarrestar las acusaciones que llegan desde Casa Rosada que con los cuestionamientos al Gobierno entorpecerían la gestión: es que la Vice mantiene firme su alianza con el ministro Massa y por ahora banca, salvo críticas puntuales como el aumento de las prepagas o en los precios de los alimentos, el plan económico que busca estabilizar la macro y dar señales que contrarresten las expectativas inflacionarias.
Hoy no parecer ser el contexto ideal para que haya un acuerdo de fondo. En las distintas tribus del FdT admiten que recién a fines de marzo se definirá la estrategia electoral que dará a forma a las principales fórmulas que propondrá el oficialismo para competir en las próximas elecciones nacionales.