Un foro empresario que tiene lugar en Bariloche sirvió para que los tres precandidatos presidenciales del PRO expongan sus diferentes miradas pero, al mismo tiempo, no logren aventar la tensión existente en este espacio. El evento no logró, tampoco que coincidieran en una foto Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, tal como se había deslizado en la tarde el último martes, luego del cimbronazo que provocó el reclamo de la exgobernadora para que caigan todas las candidaturas del “partido amarillo”.
La intervención de Bullrich
Se trata del encuentro que esta semana organizan grandes empresarios en un conocido hotel de Bariloche. La primera que disertó fue Patricia Bullrich que volvió a prometer un cambio de régimen en caso de ganar las presidenciales de 2023 y aplicar un plan basado en el “orden” para poder encauzar la economía.
“Para llegar a un plan de estabilización, necesitamos una primera etapa de realineamiento de precios, tener un país sin déficit para no tener inflación y generar un orden económico que termine con este régimen cambiario monstruoso que se ha construido con cepos por todos lados, que frenan totalmente la inversión. Además, necesitamos un cambio impositivo que termine con el sesgo antiexportador”, expresó ante la atenta mirada de los ejecutivos.
Vidal, no se “baja”
Más tarde fue el turno de Vidal que venía de sacudir la interna PRO al reclamar “resetear” todas las candidaturas del espacio para así reformular la estrategia electoral. No solo no tuvo ninguna adhesión entre los precandidatos ya instalados, sino que fue cuestionada por el radical Gerardo Morales que, picante, se preguntó si detrás de esa propuesta no estaría un Mauricio Macri arrepentido de haber dado un paso al costado en este turno electoral.
Lo cierto es que Vidal no se bajó de su candidatura, pidió “reglas claras” para poder competir e intentó mostrarse fortalecida pese que muchos analistas la cuentan como la precandidata con menores chances de imponerse en una eventual primaria.
“En abril de 2015 tenía 5% de intención de voto y 30% de los bonaerenses me conocían. El `presidente` de abril nunca fue el de octubre”, recordó en el año en que fue ungida gobernadora y resaltó que “hay un falso dilema entre diálogo y coraje, solo se aprende como usar cada uno gobernando. Haber gobernado a más de 17 millones de argentinos, siendo mujer, no peronista, en el lugar más difícil del país me dio ese aprendizaje".
De esta manera, intentó mostrarse a mitad de camino entre Bullrich y Larreta. Con el jefe de gobierno porteño finalmente no se pudo encontrar en el paraje patagónico por “no coincidir en los horarios” aunque mantendrían contacto “por chat” de celular.
Larreta y un mensaje de “seriedad” y moderación
Las disertaciones del pasado martes las cerró Larreta ante un centenar de los principales empresarios del país, donde dejó en claro que no cree en imposiciones y apuesta al diálogo con el objetivo de “liderar un cambio real y duradero”.
En un elíptico mensaje hacia las posturas extremas de Javier Milei pero también hacia la imposición de “orden” de Bullrich, el alcalde porteño indicó que no está “para bravuconadas inconducentes”.
“Si hablamos con seriedad, todos sabemos que la inflación no se resuelve con un eslogan ni la economía se estabiliza con una sola medida. Ustedes saben de esto. A los problemas complejos, los atacamos sólo con soluciones complejas”, concluyó.