Después de la tormenta en el PRO de comienzos de semana, de a poco las piezas se van reacomodando en este espacio, pero con claras implicancias en el funcionamiento de Juntos por el Cambio. Este viernes Horacio Rodríguez Larreta viajó a Mendoza a apoyar a los candidatos del radicalismo mientras que Patricia Bullrich le dejó su lugar en la presidencia del partido al macrista Federico Angelini.
El alcalde porteño busca diferenciarse de los denominados “halcones del PRO” y lo hace con sus declaraciones y con sus actos luego del cimbronazo que provocó su decisión de desdoblar las elecciones porteñas, en la misma fecha, de las nacionales.
Diferenciaciones con Macri
Bien temprano contradijo, de alguna manera, las declaraciones de Mauricio Macri en su paso por La Rural –cuando aseguró que en la Argentina que viene habría que “casi dinamitar todo” en sintonía con el apotegma de Javier Milei- al insistir que un eventual nuevo gobierno debería abocarse “a un plan integral, serio” para mejorar la situación socio-económica. Pero también alegó que “ya hay cosas que están dinamitadas. Cuando ya tenemos ciento y algo de inflación anual, 40% de pobreza, cero reservas en el Banco Central y una inseguridad galopante...Ya hoy la situación está dinamitada".
Más tarde viajó hasta la ciudad de Mendoza a “ratificar la unidad de JxC que en esta provincia está expresado en Cambia Mendoza”. deslizó el precandidato presidencial que, así, despejó cualquier fantasma de plegarse al “separatista” Omar de Marchi, que competirá por la gobernación “por afuera” de la coalición. Se trata del diputado del PRO que hasta hace unos pocos meses supo ser el armador en el interior de su proyecto presidencial.
Con ese gesto, quedó en claro el respaldo de Larreta al senador Alfredo Cornejo, que competirá por otro período en la gobernación por “Cambia Mendoza”.
Fue así que el precandidato presidencial abogó por la unidad del armado opositor y recordó que con la implementación de la Boleta Única Electrónica para votar a los candidatos porteños el mismo día en que se eligirán los cargos nacionales con las tradicionales urnas, “hago lo que dice la ley y, además, se da igualdad de condiciones a todos los candidatos que se presenten en JxC”. Justamente este último factor fue el que despertó la furia del ex presidente y de Patricia Bullrich que pretenden que Jorge Macri se convierta, sin ningún impedimento, en jefe de gobierno porteño el 10 de diciembre próximo.
Fastidio de los "halcones" con Larreta
La otra precandidata presidencial por el PRO envió hoy un nuevo guiño a Macri. Si bien se pidió licencia como titular del partido, dispuso que ese cargo lo ocupe el diputado santafesino Angelini, un joven dirigente de trato cotidiano con el exmandatario.
En el ala dura del “partido amarillo” cuestionan el acercamiento de Larreta al radicalismo. Lo que ocurre es que el alcalde porteño opta por un armado electoral más aperturista porque descuenta que el expresidente podría en algún momento hacer público su apoyo a Bullrich y además, envía mensajes cómplices a Milei, quien no pierde ocasión para disparar contra la figura del jefe de gobierno y la de sus socios del radicalismo.
