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Entre cruces y chispazos, el Frente de Todos debate la estrategia electoral "común" rumbo a 2023

Con las discusiones internas, que tiene como máximo punto de tensión la discusión por la suspensión de las PASO, hoy no se observa un norte que unifique a la coalición oficialista.

Domingo, 30 de octubre de 2022 a las 23 48

Por Emiliano Russo

Redactor acreditado en Casa Rosada

Domingo, 30 de octubre de 2022 a las 23:48

En medio del agitado escenario que ofrece el oficialismo, en las diferentes tribus del Frente de Todos (FdT) especulan que habrá que esperar hasta marzo o abril para que se ordene la oferta electoral con miras a unas elecciones nacionales en las que se definirá “el rumbo” que tendrá la Argentina en los próximos años.

Con un reverdecer de las discusiones del kirchnerismo y el armado que intenta hacer pie en torno a Alberto Fernández, que tiene como máximo punto de tensión la discusión por la suspensión de las PASO, hoy no se observa un norte que unifique a la coalición oficialista.

Es que como admiten por lo bajo distintos referentes del FdT, lo que se juega en los comicios del año próximo es si Argentina ingresará o no en un programa de reformas que podrían acelerar el ajuste, como por ejemplo viene anticipando Mauricio Macri en sus últimas apariciones públicas. Si bien el temor al regreso de “la derecha” podría ser un factor aglutinante para el oficialismo, hoy pesan más las diferencias internas.

Movimientos internos

Cada una de las tres patas en la que se apoya la coalición oficial hace su juego: el cristinismo y La Cámpora buscan centrar su estrategia en retener la provincia de Buenos Aires, aunque en paralelo anudan algunos acuerdos en el interior –esta semana volvió al ministerio del Interior el ex embajador Jorge Yoma que estudia algún tipo de entendimiento con el partido provincial que supo construir en La Rioja-, el massismo sigue consolidando la figura del titular del Palacio de Hacienda “como ordenador” de la economía a la espera que decante el escenario electoral, en tanto Alberto Fernández y su mesa chica se resisten a enterrar los sueños de reelección.

Si bien hoy los números de las encuestas no acompañan al jefe de estado, en su entorno se resisten a “jubilar” sus pretensiones y lo más importante, a resignarse a no tallar en el armado de listas de candidatos.

En la semana hubo varios episodios que grafican esta tensión. El ministro Wado de Pedro, alfil de Cristina en Casa Rosada, desafió al Presidente diciendo que “la mayor parte del FdT” pide derogar las elecciones primarias y que los gobernadores peronistas “están intentando convencerlo” de la conveniencia de avanzar en esa enmienda. Pero le salieron a contestar otros integrantes del gabinete, como Aníbal Fernández (Seguridad) o el “Chivo” Rossi (AFI). Este último, además de hacer valer su alianza con el jefe de estado, salió a cruzar al ministro del Interior porque necesita las PASO para dirimir candidaturas en Santa Fe.

En el “albertismo”, o lo que queda de una construcción política que no ha terminado de consolidarse, intentan salvaguardar las PASO para no entregar tempranamente la “lapicera” de las listas a Cristina. También en este espacio hay una intención de preservar una estructura que perdure en la discusión interna del oficialismo.

Un grupo de dirigentes, algunos integrantes del avejentado Grupo Callao, se refugia en el PJ nacional para dar debate interno. La histórica sede de calle Matheu 130 se encuentra en “obra” con el fin de restaurar parte de las instalaciones. A. Fernández, presidente de la institución, y Santiago Cafiero, secretario general, están detrás de esta "reforma".

El pasado jueves dirigentes de “la Red de Capacidades Nacionales” organizaron un encuentro para presentar el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 y aprovecharon la ocasión para homenajear la figura de Néstor Kirchner, en un nuevo aniversario de su temprana desaparición física.

Disertaron el ministro Daniel Filmus y la secretaría de Investigación para la Defensa, Daniela Castro. Hubo fuertes definiciones sobre el futuro de trabajo y se puso en debate interno el régimen de las "ensambladoras" de Tierra del Fuego como limitante al pleno desarrollo de la industria nacional.

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