Este martes, la Liga CONCACAF fue protagonista de un hecho insólito hasta para el más fanático del fútbol mundial.
Ronnie Brunswijk, vicepresidente de Surinam y presidente del club Inter Moengotapoe, se sumó al primer equipo para disputar el encuentro por los octavos de final de la liga 2021/22 frente al Olimpia de Honduras. El mandatario de 60 años no solo fue el delantero del equipo, sino que también se calzó la cinta de capitán para jugar los 54 minutos.
Así, el vicepresidente que vistió la camiseta número 61, se convirtió en el futbolista más veterano en disputar un partido oficial e internacional a nivel clubes. Ah y su hijo, Damian Brunswijk, también fue titular pero con la 10 en su espalda.
El partido finalizó con una gran goleada 6-0 del equipo de Honduras y con un gran conocido del fútbol argentino. Pedro Troglio, actual entrenador de Olimpia de Honduras, fue testigo importante de todo lo que sucedió en la atípica jornada de la CONCACAF.
Pero como si todos estos datos no fueran suficientes, Brunswijk también tiene una historia personal muy particular, y hasta un poco oscura. El mandatario es buscado por la Interpol por delitos relacionados con el narcotráfico y, según los medios locales, es padre de 50 hijos.
La información empezó a circular rápidamente y se descubrió que Brunswijk también estuvo relacionado en varios hechos de robo en bancos durante su juventud.
Y por último, la gran perlita que terminó de coronar a este encuentro cómo uno de los más raros y curioso en la historia del futbol, el vicepresidente de Surinam empezó a repartir dinero en el vestuario del equipo visitante luego de haber finalizado el partido.
El arbitro dio el silbatazo final en el campo de juego y cuando los jugadores y cuerpo técnico se dirigieron al vestuario, se encontraron con otra sorpresa. Entre risas y chistes, Brunswijk comenzó a darles 100 dólares a cada integrante del plantel hondureño como signo de celebración y alegría por su debut.