En el día de ayer todos los focos estuvieron puestos sobre la semifinal de la Primera Nacional entre Quilmes y Ferro. Ambos conjuntos se enfrentaron por segunda vez para definir quién disputaría el segundo ascenso contra Barracas Central el próximo miércoles.
Después del inexistente penal que cobró a favor del Cervecero, Nicolás Lamolina reconoció que se equivocó en el fallo que le permitió ganar 1-0 y obtener el pase a la final. El equipo de Caballito fue el gran perjudicado de la noche, pero a pesar de todas las protestas y reclamos, la decisión no revirtió el resultado.
Menos de 24 horas después, el arbitró habló con Sportia, confesó que volvió a ver la jugada y encontró el garrafal error. "En mi casa, vi el partido completo y vi la repetición de la jugada en cuestión. Veo que el golpe termina siendo de Anselmo con la pierna en el arquero, Miño. Lo que sucede es que Anselmo, en busca del balón, termina pateando a Miño".
"En la cancha, sentí que el arquero había salido con imprudencia y por eso sancioné penal. Pero luego, viéndolo, me doy cuenta que es Anselmo el que golpea el cuerpo del arquero".
Luego, agregó: "Sentí una decepción tremenda. Sobre todo porque mi búsqueda es la de la justicia deportiva. A la gente del fútbol, a la gente de Ferrocarril Oeste, que seguramente con esta decisión se sentirá muy a disgusto conmigo, quiero pedirle las disculpas del caso.
Por último, se lamentó y dijo: "Me encuentro con una profunda tristeza. El disgusto y el hecho de no poder dormir por un par de días no me lo va a quitar nadie".