Por la fecha 6 de la Copa de la Liga, Boca recibió a River en La Bombonera. El partido terminó igualado 1 a 1, pero el centro de la escena estuvo en el palco del vicepresidente xeneize. Mucho se habló durante la semana posterior al partido de aquel grito de Juan Román Riquelme, cuando en medio de la tranmisión vociferó: "Hace tiempo que River juega mal". Pero la gran polémica ese 14 de marzo fue por otra cosa.
Aquel día, Román compartió el palco con varios de los integrantes del Consejo de fútbol, pero también con su hijo Agustín. Más allá de la discusión sobre qué allegados pueden ingresar o no a los estadios, lo cierto es que 48 horas antes, Agustín Riquelme había llegado de Cancún en aquel vuelo donde se detectaron 44 casos positivos entre los estudiantes.
Por este motivo, el vicepresidente de Boca y su hijo serán citados a declarar por "omitir recaudos durante un evento masivo", y podrían ser sancionados con hasta seis meses de suspensión para asistir a estadios. Además, podrían tener una multa económica de hasta $100.000. En la causa interviene la fiscalía de eventos masivos de la Ciudad de Buenos Aires.
Celsa Ramírez, fiscal en lo penal, contravencional y de faltas de CABA, solicitó la declaratoria de ambos para este jueves. Según consta, se los acusa de violar el artículo 205 del código penal. Seguramente sea una situación que no pase a mayores, pero es un problema más para la dirigencia de Boca que viene golpeada tras la renuncia de Mario Pergolini.