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Estalló la interna en la barra de Racing: Quiénes son los nuevos líderes

"Los Pibes de Racing" se quedaron con el centro de la popular tras una brutal batalla que duró más de cinco años
Lunes, 26 de julio de 2021 a las 13 03

Por Redacción

Lunes, 26 de julio de 2021 a las 13:03

Las recientes banderas colgadas de la principal tribuna popular demuestran el nuevo mando que hay en la barra brava de Racing. La facción disidente de La Guardia Imperial, con Los pibes de Racing, Villa Corina, Berazategui, Claypole, José C. Paz y La Vieja Escuela, ganaron la disputa y se quedaron con todo el poder luego de cinco años de controversia que lamentó innumerables heridos de bala y armas blancas.

Desde 2016 que la facción de Villa Corina venía intentando desbancar a la oficial. Su líder, Leandro Paredes, pisa fuerte en la zona de Avellaneda, Domínico y Lanús y fue herido de bala en marzo de este año por sus rivales de La Guardia Imperial, cuyo jefe es José Repetto, hoy con prisión domiciliaria. El mismo le había delegado la tribuna en su sobrino Facundo, empleado del municipio y que también terminó en prisión.

La unión que se terminó

Aún así, mientras los jefes de la oficial estaban detenidos, la facción de Corina no lograba ganar una interna que tiene mucho dinero en juego por dos motivos: el negocio que se genera con la venta de la indumentaria de Racing y, en un año político, además son los que negocian las pintadas de las campañas de los partidos y hacen la seguridad para los candidatos. A eso también hay que sumarle la posibilidad de que en septiembre vuelva el publico en los estadios con un aforo del 30 por ciento, lo que va a poner a la reventa y al alquiler de carnets al rojo vivo. 

Luego de lo sucedido, el grupo de Corina sumó gente con pasado en Racing. Primero Enrique el Loco Rulet, un boxeador que tiene una condena a 12 años de prisión por el crimen del periodista partidario de la Academia, Nicolás Pacheco, producido en enero de 2013. Rulet está en libertad porque aún cuando la Cámara confirmó su condena en 2019, presentó un recurso de queja a la Corte Suprema, que aún no definió su situación.

También se sumaron los grupos del Oeste, cuyo referente histórico fue Darío Cariatti, quién en su momento patentó el logo de La Guardia Imperial, y los Racing Stones, facción que supo tener mucho poder en la tribuna. Pero aún así, no lograban desbancar a la oficial, que había heredado todas las mañas y los negocios de Raúl Huevo Escobar, el hombre que manejó con mano de hierro la tribuna por década y media.

Con esta nueva realidad, ambos grupos quisieron ganar la calle organizando banderazos en las últimas horas y presionando a la dirigencia. Pero ocurrió algo muy llamativo: cuando la barra "oficial" hizo el suyo, la Policía actuó y les labró un acta por contravenir las reglas de prevenciones contra el COVID-19, les sacó las banderas y demoró a la cúpula en la Comisaría Primera de Avellaneda.

Pero, en cambio, dos días después, el banderazo de la barra disidente previo al partido con San Pablo se desarrolló como si no hubiera pandemia. La batalla estaba decidida, algo que aceptó la propia dirigencia y el organismo de seguridad deportivo por hacer la vista gorda. Así, apenas un rato antes del comienzo del partido, la nueva barra llegó en caravana desde Corina. Cantaron, tiraron cohetes e ingresaron sin ningún problema a vestir el estadio con sus nuevas banderas.

Ese fue el punto de quiebre con la Guardia Imperial actual. La policía, en cómplice con la dirigencia y las fuerzas políticas partidarias, demostraron su apoyo a los nuevos capos de la barra brava racinguista.

Vía: Infobae (Por Gustavo Grabia)

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