Totalmente hundido en una crisis institucional, con recorte de salarios para jugadores, con Messi pidiendo irse y con un Ronald Koeman que no le encuentra la vuelta, el Barcelona perdió en el Camp Noui 3 a 1 ante el Real Madrid en el clásico español, y no parece tener reacción para levantarse.
El partido comenzó movidito y ya a los 10 minutos había dos goles: A los 4 minutos Valverde abrió la cuenta para el Merengue, pero a los 8 empató Ansu Fati, uno de los jugadores con más proyección del conjunto catalán.Pero al final de cuentas no le serviría de mucho.
Quizás el Barcelona pudo haber enderezado el partido si cobraban penal en una jugada en la que Messi fue bajado por Casemiro. Si bien en primera instancia, el jugador brasileño tocó la pelota, luego derribó a Messi siguiendo con el impulso. De todas formas, el VAR revisó y le negó la chance al local.
En el complemento, el Madrid hizo la diferencia y a los 18 del segundo tiempo Sergio Ramos puso el 2 a 1 de penal, que fue convalidado por el VAR luego de un leve agarrón de Lenglet al capitán Merengue. Ya con el resultado a favor, el Madrid manejó el partido y hasta pudo aumentar el marcador pero Neto le negó el gol a Toni Kroos.
El desequilibrio llegó sobre el final, gracias a Luka Modric que se aprovechó de la floja defensa del local y puso el 3 a 1 final. Así, el Barcelona se llevó un nuevo cachetazo, y a su crisis institucional le empieza a sumar la crisis deportiva. No levanta cabeza, parece que Koeman no le encuentra la vuelta, y por primera vez en mucho tiempo Messi no parece estar feliz.
