Boca y River están citados este miércoles por los octavos de final de la Copa Argentina desde las 19 en el estadio Ciudad de la Plata y con arbitraje de Patricio Loustau. Será el cuarto superclásico de este 2021 y el ganador (en caso de empate habrá definición por penales) se enfrentará en los cuartos de final con Patronato. Dos equipos con panoramas muy distintos, pero con las mismas ganas de ganar todo.
Pareciera, a simple vista, que un traspié con Boca no afectaría el espíritu de Marcelo Gallardo y su equipo. River, que se mantiene con un mejor juego en el Torneo de Socios, tiene también un compromiso muy importante con Atlético Mineiro en los próximos días, pero pondrá toda la carne al asador para ambos partidos. El conjunto de Núñez se quiere sacar la espina de no poder ganarle a Boca en los ocho meses que van del año.
Será el séptimo mano a mano definitorio con Boca en la era Gallardo, con seis triunfos millonarios y una victoria Xeneize en el mes de mayo de este mismo año por penales y en la instancia de cuartos de final de la Liga Profesional en la Bombonera.
La delantera imbatible de River tendrá una de las bajas más sensibles: Matías Suarez no podrá estar presente por una distención en su muslo derecho. Y en su lugar ingresará el campeón de América, Julián Álvarez.
En el mediocampo, la dupla de Enzo Pérez y Bruno Zuculini parece fija. Pero también el DT evalúa la presencia de José Paradela en la zona de creación de la mitad de la cancha, en lugar de Jorge Carrascal. Uno de los refuerzos que llegó a comienzos de este año sumó buenos minutos cuando le tocó ingresar el último fin de semana y quedó bien posicionado en la consideración.
Y, en la defensa, Paulo Díaz, a pesar de algunos dolores leves luego del partido contra Huracán, no tendría inconvenientes para salir a la cancha y se mantendría la línea de cuatro en el fondo.
De esta manera, River formaría con: Franco Armani, Gonzalo Montiel, Paulo Díaz, Héctor David Martínez, Fabrizio Angileri; Nicolás De La Cruz, Enzo Pérez, Bruno Zuculini, Jorge Carrascal o Paradela; Álvarez y Romero.
Por el lado de Boca las cosas se ven un poco más oscuras . Una derrota podría significar el final para Miguel Ángel Russo como entrenador. Ya sin participación en la Copa Libertadores y con varias crisis internas con jugadores como Cardona y Villa, el Consejo de Fútbol pisa fuerte los talones y mantiene una gran presión sobre el DT Xeneize.
Sabe Boca que es una oportunidad de oro para relanzarse y transformar el mal arranque del segundo semestre. Y para esto todavía hay varias incógnitas. Cardona sí o no, línea de cinco en el fondo o lanzar a la cancha, sin aclimatación previa, a Juan Ramírez o Luis Advíncula , los últimos dos refuerzo del Mercado de Pases.
La principal incógnita es qué sistema táctico elegirá Miguel para enfrentar a su eterno rival. Un 4-3-3 como lo fue en la serie con Mineiro aunque es muy difícil teniendo en cuenta la baja de Villa, un 4-1-4-1 que empleó en el empate del domingo frente a Talleres o la famosa línea de cinco (tres mentirosa) que el DT utilizó, por ejemplo, en el 1 a 1 vs. los juveniles de River por la Copa de la Liga.
Ayer, Boca se entrenó en Casa Amarilla y probó con dos defensas distintas. Una con Weigandt por derecha, Izquierdoz y Rojo como centrales y Sandez por izquierda. Pero en caso de armar línea de tres, se incorporaría a la defensa Carlos Zambrano.
El mediocampo y la delantera parecen un poco más claras. Cristian Pavón y Norberto Briasco serían titulares al igual que lo fueron contra la T y se sumaría el último refuerzo Juan Ramírez. Mientras que Edwin Cardona quedaría relegado al banco de suplentes.
Pasando en limpio, Boca iría con: Agustín Rossi; Marcelo Weigandt , Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo, Agustín Sandéz; Esteban Rolón, Cristian Medina, Diego González, Juan Ramírez; Cristian Pavón y Norberto Briasco.
El último cruce mano a mano
El recuerdo más reciente de una instancia de eliminación directa fue el pasado 16 de mayo, cuando el Xeneize venció al Millonario por 4 a 2 en los penales (1 a 1 en los 90 minutos) y lo eliminó de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol. En una noche donde el covid-19 invadió al plantel de Marcelo Gallardo, Leandro Díaz, el "arquerito" fue el que se llevó todas las vistas al debutar en Primera División de manera inesperada.
Dicho partido significó el fin de una racha de cinco victorias seguidas en cruces de eliminación para los de Gallardo. Miguel Ángel Russo fue capaz de cortar con dicha sequía para el club de la Ribera.
El Millonario le lleva una buena ventaja a su máximo rival en partidos de esta índole: En 19 cruces totales (doce a nivel doméstico y siete a nivel internacional), los de Núñez se quedaron con la victoria en trece oportunidades, mientras que la entidad boquense sólo pudo vencer en seis oportunidades.