Gio Simeone, hijo del Cholo, fue noticia hoy por hacer cuatro goles por primera vez en su carrera. Fue en la goleada de su equipo de local por 4-1 ante la Lazio por la Serie A de Italia. Sin embargo, el póker del delantero argentino no fue la única perlita que dejó el encuentro: en los visitantes, debido a las bajas de Acerbi y Luiz Felipe fue convocado por primera vez Romano Floriani Mussolini, bisnieto del dictador Benito Mussolini, fundador del facismo.
Tras el encuentro, No hay DT detectó una ¿anomalía? en la información sobre ese encuentro, que brinda el popular buscador de Internet Google. Si un usuario ingresa a las estadísticas del partido, se podrá encontrar con que en la pestaña de las “Alineaciones”, en la parte donde figuran los suplentes de ambos equipos aparecen los nombres de todos los futbolistas menos uno: Romano Floriani Mussolini…
Sí figura su dorsal, el 44, pero al lado del número no está su nombre. ¿Error involuntario de la empresa de servicios de Internet? ¿O habrá alguna otra motivación que hasta el momento no se hizo pública?
No hay DT detectó el “error” a las 13.30 de este domingo 24 de octubre, pero al cierre de esta nota (a las 22.20) la omisión continuaba.
El jugador decidió llevar ambos apellidos (en Italia se utiliza solo uno), el del padre Mauro Floriani y el de la madre, Alessandra Mussolini, aunque en la camiseta, con el dorsal 44, aparecerá solo el primero. La noticia siempre causa revuelo en Italia, debido a la tradición facista de los ultras del equipo biancoceleste romano.
Justo en esta semana, de hecho, hubo la polémica por el adiestrador del águila laziale, el español Juan Bernabé, que hizo el saludo fascista ante unos hinchas que coreaban "Duce". El club decidió despedirlo.
Romano está acostumbrado a los focos: también es sobrino de Sophia Loren (hermana de su abuela, Maria Scicolone, mujer de Romano Mussolini), aunque ahora espera que se hable de él solo por sus actuaciones en césped. El jefe de la cantera de la Lazio apuesta fuerte por él: pronto se lo verá en las canchas de la Serie A. ¿Seguirá la polémica?
