El presidente de Brasil, Luis Ignacio "Lula" Da Silva, encabezó este lunes una marcha con 27 gobernadores de todo el país, desde el Palacio de Planalto hasta el Tribunal Supremo, en una contundente demostración de reafirmación de la democracia, luego del intento de golpe protagonizado por miles de seguidores de Jair Bolsonaro durante el domingo.
El mandatario, también estuvo acompañado por jueces y diputados, en una marcha muy significativa tras el ataque a los edificios de las instituciones más importantes del país, que sucedieron el domingo. Los manifestantes produjeron destrozos, y vandalizaron valioso patrimonio histórico del país vecino.
Durante las primeras horas de la noche, Lula había recibido en el Planalto a los mandatarios estaduales. Sobre ello se pronunció en redes sociales. "Una de mis propuestas de campaña fue reunir a los 27 gobernadores para pensar en los proyectos más importantes de cada estado. Dios quiso que este encuentro se realizara antes, donde vinieron a solidarizarse con la patria y la democracia", remarcó.
"Quieren un golpe de Estado y no habrá golpe de Estado. Tienen que aprender que la democracia es lo más complicado para nosotros, porque requiere que apoyemos a los demás, requiere vivir con gente que no nos gusta, con la que no nos llevamos bien, pero es el único régimen que permite que todos tengan la oportunidad de competir y el que gane tenga derecho a gobernar”, dijo Lula a los gobernadores durante el encuentro según reprodujo el sitio O Globo
Intensa jornada para el presidente Lula Da Silva
Fue una jornada de alta intensidad política del mandatario, que asumió hace apenas una semana. Más temprano, recibió a los jefes de bloques del Congreso y a la titular del Tribunal Supremo. "Con los Presidentes de los Poderes de la República en el Palacio del Planalto, Rosa Weber, Presidenta del STF, Vital do Rêgo, Presidente en ejercicio del Senado, y Arthur Lira, Presidente de la Cámara de Diputados. Firme en la defensa de la democracia".
En horas de la noche, Lula publicó una serie de mensajes, en donde sin nombrarlo apuntó al espacio de su antecesor, Jair Bolsonaro: "Cada vez que perdía, volvía a casa para lamerme las heridas y prepararme para otra elección".
"Estas personas comenzaron a alegar negación del proceso electoral. Y tras dudar de la urna electrónica, no quisieron aceptar el resultado", agregó.