El juez y ex ministro Sergio Moro fue procesado por los daños económicos contra el Estado que ocasionó la causa “Lava Jato”. En ella se trató de investigar una supuesta red de corrupción entre Petrobras y las empresas contratistas.
La denuncia acusa a Moro de “manipular la mayor empresa brasileña para usarla como instrumento de sus intereses personales” y que eso trajo consecuencias “a toda la cadena productiva y mercantil” del país brasileño, en especial al sector de los hidrocarburos.
El ex funcionario de Jair Bolsonaro podría ser condenado a resarcir al Estado por los daños económicos causados desde 2014, años en el que asumió al frente de la causa. Su accionar en el expediente causó la quiebra de numerosas empresas.
Por su parte, Moro se defendió en redes sociales: “La acción popular que propone el PT es irrisoria. Una vez citado, me defenderé. La decisión del juez de citarme no implica ningún juicio de valor sobre la acción. Todo el mundo sabe que lo que perjudica a la economía es la corrupción y no combatirla.”
A pesar de las declaraciones del ex ministro, la propia ONU reconoció que hubo lawfare contra Lula da Silva en dicho expediente. En el escrito el organismo internacional expresó que fue juzgado con por tribunal "imparcial" con el único objetivo de boicotear su candidatura.
A raíz de esto, diputados del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, afines al ex presidente, formalizaron una denuncia contra el polémico juez de la Corte Suprema. Será sometido a proceso y citado a juicio en primera instancia en las próximas semanas.
El ex presidente brasileño fue tapa de la última edición de la reconocida revista norteamericana, que vaticinó un "segundo acto" suyo en la presidencia.
La prestigiosa revista TIME eligió a Lula da Silva como tapa de su última edición y lo dio como favorito por sobre Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil y su principal competidor en las elecciones que se llevaran a cabo el 2 de octubre próximo.
La portada se hizo eco de las encuestas y anunció un “segundo acto” de Lula al frente de la República Federativa de Brasil y lo catalogó como “el líder más popular” del país, que tras el lawfare sufrido a manos de la oposición regresa “con la promesa de salvar la nación”.
El referente del Partido de los Trabajadores (PT) estuvo injustamente preso durante la actual gestión gracias a las sentencias del juez Sergio Moro, luego ministro de Justicia de Bolsonaro, y que algunos meses fueron desestimadas.
El principal objetivo de Lula es “recuperar los derechos laborales” ganados durante su presidencia, entre 2003 y 2011, y luego “destruidos” por el gobierno vigente. Para ello deberá ganar las elecciones y, según los últimos sondeos, supera a su competidor por 10 puntos.